Finalmente sus Magestades los Reyes Magos le han hecho caso a María Teresa Campos y le han traído su regalo más deseado, la unión familiar que habían perdido en los ultimos meses debido a los continuos enfrentamientos públicos entre Carmen Borrego y Terelu Campos por la actitud de Alejandra Rubio.
Cumpliendo con la tradición familiar de compartir el roscón de reyes y abrir los regalos, en esta ocasión fue Terelu Campos la que ejerció de anfitriona para que toda su familia pudiera disfurtar de una tarde de lo más especial en la que por fin se ha produjo el esperado reencuentro entre Carmen y su sobrina Alejandra. Dejando de lado las rencillas familiares que le han separado en los últimos meses, Alejandra y Carmen presumieron de buena relación ante los ojos de la matriarca que llegó a la cita junto a Gustavo, pero sin atender a los medios.
Con muchas ganas de disfrutar de toda su familia unida y completamente alejada de la nueva historia de amor que ha surgido entre Edmundo Arrocet y Bárbara Rey, María Teresa entró en casa de su hija sentada en el asiento del copiloto del coche conducido por su hombre de confianza.
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