Albert Padrol presenta su exposición ?Carretera Abierta? en un lugar con mucha carga simbólica como La casa de las Conchas, después de haber visitado otras partes de la geografía nacional. La muestra, coordinada por el instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña, recoge una selección procedente del archivo personal del fotógrafo, que cuenta con más de 4.500 capturas, y que ha requerido seis meses de dedicación.
Podrá visitarse hasta el 29 de noviembre de lunes a viernes de 9:00 a 21:00 horas, sábados de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas, y los domingos de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas.
El fotógrafo catalán explica que no quería que fuera una retrospectiva porque sigue en activo. ?Que me hagan la retrospectiva cuando me pare?. Esta es la razón por la que huye de las fechas y de los nexos temáticos. La cohesión de la exposición se busca a través de una cuestión estética, ?por similitud o contraste?.
Hay fotos de Asia, América Latina y en menor medida de África. Pocas de España. ?No es un pecado de gusto por el exotismo, la situación personal en la que estaba hacia que tuvieran más intensidad y por eso han sido escogidas?. Albert Padrol viene de una cultura fotográfica en la que debía llevarse consigo distintas herramientas y cámaras para hacer su trabajo. ?Me iba a conduciendo hasta Irán y estaba allí cuatro meses?. Apunta a que el fácil acceso a la fotografía, la ha banalizado. ?Se produce una repetición cuasi pornográfica de imágenes de un mundo hiper fotografiado?.
La fotografía de viaje ?se transformó en un elemento de distinción social?. La gente empezó a viajar a lugares ?como República Dominicana? y empezó a cobrar importancia ?alejarse de la foto del cocotero?. Aun así, Albert Padrol defiende que todavía existe en paralelo una profesión de fotógrafo que expone una imagen ?más pausada, más pensada?.
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