​La Casa Lis exhibe un año más sus muñecas autómatas en movimiento, esta ocasión en favor de Cruz Roja

Quienes quieran acudir deberán entregar un juguete “nuevo, no bélico, no sexista y educativo”. La puesta en marcha de las muñecas tendrá lugar el 3 de enero, mientras que las entradas (apenas 70) se repartirán, por orden de llegada, este viernes

 Muñecas autómatas (7)
Muñecas autómatas (7)

Un año más, el Museo Casa Lis exhibirá el próximo jueves, 3 de enero, su colección de 17 muñecas autómatas en movimiento. Una tradición que se realiza una vez al año y que, hasta hace ocho años, se hacía en privado para realizar las labores de mantenimiento, conversación y reparación del mecanismo.

Esto se hace, como explicó el director del museo, Pedro Pérez, para comprobar que el mecanismo original, que es “complejo”, funciona de la manera correcta. Y fue hace 8 años cuando se decidió abrir al público para que así todo el mundo pudiera disfrutar.

Esta puesta en marcha tiene “una demanda tremenda, porque podríamos hacer cinco o seis sesiones (de cerca de 70 personas) y llenaríamos siempre”, continuó Pedro Pérez, quien recordó que no sólo se pone en marcha sino que también se cuenta la historia de las muñecas, “que representa una forma de mujer bastante machista, de las funciones que realizaban a finales del siglo XIX entre la clase social alta”.

Este año, eso sí, se ha decidido que la puesta en marcha de las muñecas tenga un fin solidario. Concretamente, se colaborará con Cruz Roja en su campaña ‘Sus derechos en juego’ en la que la asociación trata de recabar juguetes para posteriormente donárselos a las familias salmantinas que precisen de ellos en estas Navidades (Jesús Juanes, presidente de Cruz Roja Salamanca, habló de que estiman que 670 niños de 320 familias están en situación de vulnerabilidad).

Así, para acudir a la exhibición de las autómatas, será necesario acudir a por las entradas con un juguete “nuevo, no sexista, no bélico y educativo”, algo que el mercado ofrece muy poco, lamentó Pedro Pérez. El reparto de invitaciones se realizará este viernes a las 10 horas y se darán por orden de llegada. Mientras, la exhibición tendrá lugar el próximo jueves, 3 de enero, a las 20 horas.

Igualmente, para todos aquellos que quieran colaborar con la labor de la Casa Lis y Cruz Roja y no puedan o quieran acudir, se ha habilitado una Fila 0 que, en este caso, no se realizará con dinero, sino que constará de la entrega voluntaria de juguetes en el museo que estos remitirán de manera rápida y efectiva a la asociación para que se pueda repartir antes del día de Reyes.

Cruz Roja, 25 años haciendo la campaña del juguete solidario entre las familias en riesgo de vulnerabilidad

Jesús Juanes, presidente provincial de Cruz Roja, dio las gracias al Museo Casa Lis por haber tenido esta “brillantísima idea” ya que esta “va más allá de su labor museística y de la divulgación de los tesoros que suponen todas las piezas que hay aquí”. Además, también felicitó que sean uno de los museos más vistos de toda Castilla y León, algo que le da aún más sentido a esta actividad, lo que valoran “de manera muy importante”, ya que van a repercutir y a hacer posible en que los niños y niñas que pertenecen a una familia en riesgo de vulnerabilidad vayan a tener un juguete de acorde a las características buscadas (no bélico y no sexista además de educativo) por Navidad.

El juguete ha de ser nuevo, como explicó Jesús Juanes, ya que así se aseguran de que no haya ningún desperfecto y ninguna familia salga perjudicada a la hora de escoger dicho objeto, y reiteró las gracias a la Casa Lis por este modelo que, a su juicio, deberían imitar muchas instituciones.

La campaña del juguete solidario, que este año lleva el lema de ‘Sus derechos en juego’, trata de dar juguetes a niños y niñas que están en situaciones de dificultad (cerca de 670 pertenecientes a 320 familias en la provincia de Salamanca) y, todo ello, “mejorando la dinámica y la metodología con lo que lo hacemos”, puesto que “queremos que cada familia se comporte con sus hijos igual que lo hacemos cualquiera de nosotros o nosotras”.

Esta metodología tiene tres formas de proceder, según matizó el presidente provincial de Cruz Roja. La primera es, según la disponibilidad económica de la asociación, rellenar tarjetas con un determinado importe y dárselas a las familias para que estas puedan ir a la tienda o al supermercado y puedan hacer la compra “en igualdad de condiciones que hacemos nosotros”.

Cuando no pueden disponer de estas tarjetas y reciben donaciones de juguetes (como es el caso), organizan un escaparate en el que cada juguete recibe un valor simbólico de puntos y a cada familia, en función de su situación (vulnerabilidad y número de hijos) se les otorga un número de punto para que así “elijan los juguetes e igualdad de condiciones”.

Y, si esto tampoco es posible, como puede suceder en las asambleas comarcales (Béjar, Ciudad Rodrigo, Peñaranda y Vitigudino) se hace una tarea de investigación para conocer los gustos de los niños y niñas y hacer así entrega de juguetes.

Jesús Juanes insistió en que los padres y madres “somos protagonistas junto a los niños”, y los juguetes que Cruz Roja va a recibir “ya tiene, cada uno de ellos, los nombres y apellidos de un niño o niña en situación de vulnerabilidad”, ya que la asociación los tiene identificados y trabaja con ellos para tratar de eliminar las carencias que los acechan.

Autómatas del Museo Casa Lis

Manuel Ramos Andrade, mecenas del Museo que donó a él sus colecciones, era un experto en la historia y evolución de la muñeca francesa y alemana y seleccionó las piezas que se exhiben actualmente en la Casa Lis atendiendo a su calidad, rareza y estado de conservación. El resultado es la magnífica colección de más de 400 muñecas de porcelana del Museo Art Nouveau y Art Déco, colección de carácter público considerada como la mejor a nivel mundial.

Entre ellas, destacan los trece autómatas franceses de prestigiosos talleres como Roullet & Decamps, Vichy o Lambert. Nueve de estas piezas dotadas de automatismos y música fueron adquiridas y donadas por Ramos Andrade y otras cuatro se incorporaron posteriormente a la colección como resultado de las adquisiciones del Museo para completarla. La mayoría de ellas puede datarse entre 1870 y 1905, la época de mayor esplendor de los autómatas, tanto por su calidad, como por su cantidad. Todas ellas son originales y sus mecanismos funcionan perfectamente, conservando sus vestidos, porcelanas y los acordes auténticos de sus músicas. 

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