Algunos vendedores de otros puestos afirman que el hecho de que la feria haya coincidido casi con el Día del libro ha jugado en contra. Algunos han apostado por potenciar la venta de libros extranjeros, o se han limitado a apostar por lo seguro, centrándose en best sellers, clásicos y libros infantiles. Pero también ha habido quienes se han interesado especialmente por los autores locales y regionales.
Los lectores se dejan de llevar a menudo por las recomendaciones que les brindan los vendedores, y aunque cada puesto ha tenido sus propias obras estrella, algunas de las más vendidas han sido “La broma infinita”, “La felicidad es un té contigo” y “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”. Las ediciones de bolsillo también son siempre un éxito garantizado. Muchos participantes de la feria consideran culpable del descenso de ventas a la crisis, aunque también al tiempo. Además, han añadido que entre semana la afluencia de clientes suele ser menor.
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