Su arrolladora personalidad en escena, así como su clase y sofisticación, remite directamente a un estilo, el de las grandes damas del Jazz y divas de Hollywood de los años 40 y 50, donde encuentra su inspiración en grandes voces como las de Peggy Lee, Julie London o Mary Astor.
No obstante, la cantante holandesa cuenta con otras muchas influencias que combina en escena, ofreciendo un espectáculo del mejor Jazz y añadiendo pinceladas de otros estilos: del Blues más tórrido a la atractiva sensualidad de la música Lounge de los años 50, pasando por los ritmos latinos tan en boga en el Hollywood de los años 40.
Su sugerente y evocadora voz, transporta a la audiencia a un pasado de glamour y elegancia que hacen de cualquier concierto de esta vocalista una experiencia que sin duda permanece durante mucho tiempo en la memoria de los asistentes.