El centro de arte contemporáneo de Salamanca inicia su nueva temporada expositiva con la muestra “Máquina de guerra”, del artista madrileño Óscar Seco. Una exposición que nace de la infancia del artista: "Todo esto comenzó a gestarse cuando mi padre me llevaba a ver las películas de Godzilla y de superhéroes, para algunas de ella ni siquiera tenía la edad". Así se puede observar diferentes personajes de la ficción cinematográfica fusionados con momentos de la Historia. Esa sátira de las guerras mezcladas con el cine se podrá visitar hasta enero e incluye 28 pinturas, 15 maquetas de materiales diversos, tres vídeos, tres dibujos y dos intervenciones murales.
Esta exposición, comisariada por Carlos Delgado Mayordomo, revisa la producción del artista madrileño a través del hilo conductor de lo bélico. En las obras expuestas en el DA2 aparecen tanques, sangrientas batallas, edificios derruidos e imágenes extraídas de la cartelería de la Guerra Civil española. Pero también hay iconos de la ciencia-ficción y personajes emblemáticos de la cultura popular. Los tebeos de superhéroes o las películas de monstruos se transforman en instrumentos para reflexionar acerca de algunos de los capítulos más terribles de nuestra historia reciente.
Un trabajo impactante que también tiene como objetivo acercar a todos los públicos. El lúdico trabajo de Óscar Seco, puesto que como ha mencionado el artista “me he divertido mucho creando estas maquetas que espero que también lleguen al público infantil”, nos sitúa ante la belleza de lo relegado y cuestiona los discursos que dan por obvio lo que no es obvio, y que detienen sus preguntas precisamente allí donde late el problema. Las respuestas más adecuadas tal vez estén olvidadas en la trastienda de la alta cultura, en los recuerdos de nuestra infancia compartida o en el reverso de los relatos utópicos de la modernidad. Y es a estos esquivos lugares hacia donde señalan, siempre con un irreverente sentido del humor, los trabajos que integran «Máquina de guerra».
El artista: Óscar Seco
Desde finales de los años ochenta, Óscar Seco (Madrid, 1964) ha desarrollado su trabajo través de la apropiación de imágenes extraídas de diversos contextos: la tradición artística, la cartelería, el cine, el comic o el diseño. De este modo, la incorporación de imágenes ajenas y el choque inesperado de narrativas actúan como principales herramientas en la configuración de su discurso.
Además de una amplísima obra pictórica, Seco ha desarrollado una inclasificable producción videográfica, íntimamente ligada a los recursos cinematográficos de la ciencia-ficción de serie B. Algunos de sus trabajos audiovisuales han sido rodados en sus maquetas, que configuran uno de sus campos trabajos más fascinantes: se trata de dispositivos tridimensionales que, a modo de dioramas, reconstruyen espacios marcados por el derrumbe, el resto y la destrucción.
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