Se cumplen doscientos años del nacimiento de Martín Sánchez Allú, el talentoso y ambicioso compositor charro caído 'casi' en el olvido

Pese a ser prácticamente un desconocido en su ciudad natal, Salamanca, el músico participó activamente en todas las iniciativas musicales del siglo XIX y destacó por la calidad de sus obras para piano

Martín Sánchez Allú. Biblioteca Nacional de España.
Martín Sánchez Allú. Biblioteca Nacional de España.

"La fama es para los hombres como el cabello: crece después de la muerte, cuando no les sirve de mucho", decía Albert Einstein. No obstante, hay ocasiones en las que el reconocimiento cosechado por una persona en vida se va diluyendo tras su fallecimiento hasta que queda convertida en alguien prácticamente desconocido para las futuras generaciones. Este bien podría ser el caso de Martín Sánchez Allú, un compositor y pianista salamantino que este jueves, 14 de septiembre, habría cumplido 200 años

Para adentrarnos en la biografía de Allú, Salamanca24horas ha contactado con Alberto Hernández Mateos, Profesor Ayudante Doctor del departamento de Didáctica de la expresión musical, plástica y corporal de la USAL. "Participó activamente y de una manera ambiciosa en todas las iniciativas musicales que estaban teniendo lugar en su época (siglo XIX). Compuso desde música para aficionados y de salón hasta un repertorio de gran exigencia técnica y conceptual como son las sonatas. También destacó por la calidad de sus obras", sostiene. 

Un músico precoz que murió con tan solo 35 años

Martín Sánchez Allú nació el 14 de septiembre de 1823 en Salamanca. A los 9 años, dando muestra de su precocidad, empezó a estudiar música junto a Francisco Olivares, y a los 15, mientras se formaba en la Escuela de San Eloy, "ocupó un lugar destacado acompañando al piano a instrumentistas y cantantes que en los liceos interpretaban un repertorio formado por extractos operísticos de autores como Rossini o Bellini. El joven comenzaba también a componer sus propias obras, que consistían en variaciones sobre temas de óperas y sobre motivos populares como la jota aragonesa, además de arias, dúos y tercetos", recoge Alberto Hernández en el esbozo biográfico que ha realizado del pianista charro. 

A principios de la década de los cuarenta del siglo XIX, Martín Sánchez Allú realizó algunas giras por el norte de España. "Debió regresar a Salamanca en 1842 y, un año más tarde, fue nombrado director de la sección filarmónica de la Escuela de San Eloy. Estuvo solamente dieciséis meses en ese en ese puesto, aunque llevó a cabo una reforma importante", señala el profesor de la USAL. El compositor volvió a ofrecer conciertos entre 1846 y 1848. Por entonces, vivía en Valladolid y ostentaba el cargo de director del Liceo Artístico y Literario.

De 1848 a 1858, durante su última década de su vida, Martín Sánchez Allú permaneció en la capital de España, a la que llegó con la partitura de Le donzelle eroiche, una nueva ópera italiana que no conseguiría estrenar, bajo el brazo. Ya asentado, estrenó algunas zarzuelas, como Las bodas de Juanita, publicó obras prara piano y fue reconocido con con la Cruz de Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén por la reina Isabel II, entre otros hechos destacables. A los 35 años, cuando ejercía como profesor de piano del Real Conservatorio de Música de Madrid, murió "probablemente de tuberculosis". 

Reconocimiento insuficiente

A los compositores salmantinos Tomás Bretón y Martín Sánchez Allú les separan cien años, pero mientras que el primero es reconocido en su ciudad natal y es objeto de numerosos homenajes, el segundo, pese a su importancia, pasa prácticamente inadvertido a nivel local o nacional. "No ha habido muchas iniciativas que hayan ido en la línea de reivindicar o de rescatar su figura", lamenta Alberto Hernández Mateos.

La pianista María Guerras.
La pianista María Guerras.

Por suerte, esa inacción se está disolviendo con el paso del tiempo. "Desde hace unos años, los musicólogos y músicos están intentando recuperar su figura y sus composiciones a través de distintas iniciativas", continúa diciendo el profesor de la USAL. Sin ir más lejos, con motivo del segundo centenario del nacimiento de Martín Sánchez Allú, la pianista Noelia Rodiles rescató del olvidó la Sonata para piano en Mi bemol mayor Op. 1., y, recientemente, María Guerras ha grabado un disco con varias melodías del compositor del siglo XIX. 

La ciudad de Salamanca, por su parte, le ha homenajeado de forma permanente -e insuficiente- dedicándole una calle en el barrio de San José, en una zona en la que todas las avenidas llevan nombres de músicos; y dando su nombre a la agrupación musical que han formado varios alumnos de la USAL: Joven Orquesta Sinfónica 'Martín Sánches Allú'. "Desde el ámbito local, sería interesante que se hiciera un poco más conocida su figura", concluye Alberto Hernández Mateos. 

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