Continúa la programación de Las Noches del Fonseca, que este año homenajea a Miguel de Cervantes y William Shakespeare en el cuarto centenario de su muerte. Este viernes, Teatro Clásico de Sevilla representó 'Hamlet', del dramaturgo inglés. 

Se trata de una versión y dirección de Alfonso Zurro, con un reparto compuesto por Pablo Gómez-Pando (Hamlet), Juan Motilla (Claudio), Amparo Marín (Gertrudis), Rebeca Torres (Ofeli). Antonio Campos (Horacio), Manuel Monteagudo (Polonio / Sepulturero), Manuel Rodríguez (Osric / Sombra Rey / Cómico), José Luis Bustillo (Rosencrantz / Marcelo / Cómico) y José Luis Verguizas (Laertes / Guildenstern / Cómico).

La riqueza de Hamlet se encuentra en los múltiples sentidos que ofrece la obra. Esta representación llega al escenario presente, a los espectadores modernos, y permite una interpretación de nosotros mismos; un espejo de la vida misma, una posibilidad para observar con asombro la tragedia del hombre moderno. Como espectadores la pregunta es inaplazable: ¿Qué sentido tiene nuestra vida si vamos a morir? No hay escapatoria a la pregunta.

De Hamlet se ha escrito todo? y aún se seguirá escribiendo mucho más. También se ha representado mucho? y se seguirá representando mucho más. Porque Hamlet es inabarcable. Tanto el público como los creadores siempre encontrarán una arista diferente, una nueva veta, un perfil ignorado? que nos sorprenderá una vez más.

El Teatro Clásico de Sevilla se ha embarcado en un Hamlet en el que, con fidelidad al texto shakesperiano, se apuesta por narrar la obra con claridad y limpieza expositiva. Su Hamlet es atemporal y con una verdad escénica apabullante. Sus dudas, sus interrogantes saltan a través del tiempo y nos llegan hasta el día de hoy, con esa capacidad para mostrar el alma humana y dar luz a las sombras más inquietantes. Esto lo hace único.

Sinopsis

Algo huele a podrido en Dinamarca. Esto no lo dice Hamlet, ni ninguno de los protagonistas, ni los que pelean por el poder? Lo dice un soldado raso. Son ellos, el pueblo llano, los que lo notan en la pituitaria. ¿En qué niveles olfativos de descomposición están los reinos que habitamos?

¿Dónde está Hamlet? ¿En qué tiempo y lugar habita el personaje shakesperiano? ¿Cómo nos llegan las palabras del príncipe de Dinamarca en un mundo donde se observa, se vigila, se espía y nada pasa desapercibido? La privacidad se ha evaporado.

Ser o no ser. Existir o no existir. Siempre la misma cantinela. Y la duda, la imposibilidad de tomar una decisión. El miedo a caer en el vacío de la nada o en el tumulto de la eternidad. Un microcosmos para mostrarnos el cosmos de la humanidad. Las relaciones, las conciencias, los miedos, las aspiraciones... Tan pequeño y condensado como en una cáscara de nuez. Un universo. Como los personajes de Hamlet.

Imposibilitados para escapar de un espacio, de un mundo donde siguen con su ser o no ser. Teatro Clásico de Sevilla es una compañía que trae consigo el bagaje y experiencia de muchos profesionales de las artes escénicas. Su primer objetivo es acercar piezas clásicas a un público cada vez menos acostumbrado a ellas, piezas con valor artístico y literario que conectan con el imaginario colectivo.

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