Este Domingo de Ramos se inicia una semana de procesiones diarias en las calles, la Semana Santa de Salamanca, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Una celebración que congrega a decenas de miles de personas en las calles de la capital del Tormes, salmantinos y turistas, para ver la representación de la Pasión de Jesucristo. Una semana para la fe, para unos, una semana para el arte, para otros, una semana que este año será de transición en busca de lograr una celebración más acorde con la liturgia. Así lo explica el presidente de la Junta de Cofradías y Hermandades de Salamanca, José Adrián Cornejo, en una entrevista en la que explica los cambios de este año en las procesiones y avanza los que están por venir.

- Durante el pregón aseguró que la Semana Santa de Salamanca necesita cambios estructurales. ¿Qué cambios?

- Este año va a haber algún cambio con relación al Viernes Santo y el Domingo de Resurrección. Lo que dije es que efectivamente hay que hacer ese cambio. Si este año ya la procesión del Santo Entierro desaparece como tal y cada cofradía va a ir independientemente, lo que tenemos que hacer ahora es sentarnos, empezar a elaborar un proyecto para estructuralmente adecuar sobre todo esos dos días, jueves y viernes, a lo que realmente ponemos en la calle, la representación de la Pasión. Tenemos que adecuar las procesiones a la representación fiel de la Pasión. Quiero empezar por Jueves y Viernes Santo. Si conseguimos entre todos organizar esos dos días daremos un paso importante. A partir de ahí habrá que ir viendo paulatinamente todas y cada una de las procesiones, si están encajadas en cada día correspondiente o si hay que hacer algunas modificaciones. Pero eso corre menos prisa, debe ir en función del resultado que obtengamos el año que viene.

- ¿Percibe que las cofradías estén abiertas a esos cambios?

- Ya se ha hablado algo, hemos tenido alguna reunión. El compromiso está encima de la mesa y las cofradías nos vamos a reunir en los primeros días de abril. Yo aportaré una idea que tengo, cada uno aportará la suya y a partir de ahí tendremos que elaborar en definitiva lo que va a ser el Viernes Santo del futuro de la Semana Santa. El diálogo va a estar presente y todos son conscientes de que nos vamos a reunir para tratar ese día.

- No será fácil cambiar procesiones de día y de hora después de tantos años.

- Sé de la dificultad, pero si algo ya se deshace algo constituido desde hace años, como es la procesión del Santo Entierro, ya es el momento de decir, vamos a intentar arreglarlo y que las procesiones encajen cada una en su momento. Daremos un paso de gigante. A partir de ahí el resto de las cofradías podrán ver el resultado y poquito a poco, los cambios no serán tan bruscos para poner patas arriba la Semana Santa, ir adecuando cada procesión a su momento. Es difícil decirle a uno que lleva procesionando toda la vida que en tal día no encaja pero creo que el resultado puede ser bueno. Porque, ¿qué es tradición? Es como un banco donde pone recién pintado. Alguien colocó el cartel. Pasa el tiempo y nadie lo quita, y entonces nadie se sienta. ¿Cómo está ese cartel no se puede utilizar el banco y está de adorno? Si está mal, habrá que quitar el cartel para que se pueda utilizar. Este año precisamente a lo que se vuelve es la tradición.

- En efecto, la Vera Cruz organizará varios actos, como hace cinco siglos, regresando a sus orígenes. ¿Cómo repercutirá en el resultado de las procesiones, en lo que van a ver fieles y turistas en la calle?

- Ahora se puede percibir como que hay discrepancias en la Semana Santa de Salamanca, mala unión, que cada uno va a lo suyo. No es cierto. No es real. 

- Hay cofradías que no acudirán al Domingo de Resurrección.

- La explicación es muy sencilla. La procesión del Domingo de Resurrección la crea e institucionaliza la Vera Cruz en 1616 y se realiza todos los años hasta mitad del siglo pasado en que la cofradía sufre una crisis interna, de todo tipo, y para que esa procesión y el Acto de Descendimiento no desaparezcan, la entonces junta permanente se hace cargo de la organización de esos dos actos. Y así se ha venido haciendo hasta este año, en que la Vera Cruz ha querido recuperar su procesión. Ya en 2006 lo intentaron, pero la Vera Cruz está en su derecho y le devolvemos su procesión para que la organice. A partir de ahí, al ser una procesión de una cofradía, no de la junta de cofradías, la Vera Cruz invita a las demás a participar, pero algunas tienen prohibido por estatutos participar en otras procesiones, otras sólo mandan una representación pequeña y otras lo deben someter a votación. Por eso hay cofradías que no participarán el Domingo de Resurrección. Eso es lo que está sucediendo. ¿Se rompe una tradición? Hombre, la gente estaba acostumbrada… En función de este año, hablaré con todas las cofradías para darle ese carácter de alegría y participación en el futuro del Domingo de Resurrección.

- Los salmantinos somos gente de costumbre, y en cierto modo se había acostumbrado a un Domingo de Resurrección en la Plaza Mayor, un lugar espacioso, el centro neurálgico de la ciudad, y el atrio de la Catedral no deja de ser un espacio más reducido.

- El que se haga este año ahí tiene una explicación lógica, el quinto centenario del inicio de la construcción de la Catedral Nueva. La Vera Cruz se quiere sumar a los actos como pequeño homenaje. A partir del año que viene, en función del resultado, tengo la obligación de aconsejar a la cofradía para que esa procesión sea de alegría y participación de toda Salamanca.

- ¿Qué otros cambios habrá esta Semana Santa?

- En primer lugar, otra de las procesiones que vuelve a sus orígenes es la de Jesús Flagelado, en el centenario de su primera salida en solitario. Antes todas las cofradías tenían la obligación de participar en la procesión del Viernes Santo porque la Vera Cruz organizaba todos los actos y tenía un mandado de Felipe II por el cual no se podía organizar ninguna procesión más sin su consentimiento. El Flagelado participaba en el Santo Entierro, la Soledad, hasta que en un momento determinado se separan y desfilan en solitario. Este año, en homenaje al primer centenario de ese hecho Jesús Flagelado vuelve a la Vera Cruz y se ha modificado el recorrido. También cambia el recorrido de Jesús Despojado. El año pasado era la novedad, hicieron un recorrido creo que provisional, lo han analizado, lo han visto, y este año van buscando más las calles del casco antiguo.

- ¿Qué le pareció esta nueva procesión el año pasado?

- Era novedad y toda novedad genera unas ciertas expectativas. La crítica fue sumamente positiva, la imagen es espectacular y la puesta en escena de la propia cofradía fue muy buena. Prueba de ello es que acompañándoles en la primera salida estuvieron la casi totalidad de las cofradías.

- Tallas nuevas que llegan a la Semana Santa, otras que se mantienen desde hace siglos. ¿Cuál es su estado de conservación actual?

- La práctica totalidad de las imágenes están restaurada. Desde el año 2003 se viene restaurando la totalidad de la imaginería de la Semana Santa gracias a un convenio de colaboración con el Ayuntamiento al que se sumó la Junta de Castilla y León. Ahora se hace un pequeño mantenimiento y restauraciones pequeñas como este año la Virgen del Silencio, que tenía un insecto que se era incapaz de matar. Una empresa de Madrid lo ha conseguido. También se han restaurado dos imágenes del paso del Prendimiento, este año los cuatro angelitos que procesionan con el Flagelado, con una calidad artística impresionante, pues son de Salvador Carmona, y se va a acometer la restauración de Jesús en el Santo Entierro de San Julián y un crucificado de la Vera Cruz. Se van reparando los pequeños desperfectos que se van produciendo en el tiempo, como por ejemplo en la Hermandad del Vía Crucis, que le cayó un aguacero impresionante hace dos años. También hay aportación económica para la elaboración de actos culturales y la divulgación de la Semana Santa en todo el mundo.

- ¿Es suficientemente conocida la Semana Santa de Salamanca o todavía quedan sitios a los que llegar?

- Me va sorprendiendo que por ejemplo he estado dos meses en Madrid divulgando la Semana Santa y hay gente que pregunta por momentos puntuales. Sí, es conocida. Siempre digo que es única, que no hay otra en España, y la gente me mira con ojos asombrados como diciendo éste no sabe lo que dice. Es única porque Salamanca tiene algo que no tiene otra ciudad del mundo, el marco. Eso la hace única. Es más conocida de lo que imaginamos, pero con eso no basta, tenemos que dotar a Salamanca de una Semana Santa que sea reconocida no como complemento de la ciudad, sino al revés durante estos días.

- También ha mencionado una labor cultural de las cofradías y es uno de sus objetivos desde que es presidente de la junta, que se hable de las cofradías más allá de Semana Santa. ¿Se está consiguiendo?

- El problema es el dinero. Hacen todo lo posible por hacer algo más que actos litúrgicos y en Cuaresma. Me gustaría que hubiera más conciertos y actividades en Pascua, dotar a ese tiempo de actos relacionados con la Semana Santa. Por eso hemos cambiado el día del cofrade y queremos más actos el resto del año.

- El dinero lo marca todo en estos tiempos.

- Cualquier cosa que hagas te supone dinero, nadie da nada por nada. Cuando vas a contratar una conferencia, o un salón que se necesita y no te deja nadie, tienes que pagar un gasto, dar un regalo, y se va el acto a dos mil, tres mil euros, y las cofradías entonces prefieren dejarlo para la procesión o para ayudar a sus cofrades. Los tiempos son muy difíciles. Es un trabajo que tenemos que hacer desde la junta de cofradías, la divulgación a través de la cultura.

- El hecho de que la Semana Santa coincida con la llegada de un nuevo Papa, ¿influirá positivamente en una mayor afluencia?

- Lo que vengo percibiendo es que la gente habla del Papa, y lo hace en un sentido positivo, que es cercano, amante de los pobres, que no quiere ostentación de ningún tipo. Eso puede darle al cofrade el ver que si la máxima figura en la Iglesia es un hombre de a pie ellos pueden también participar. 

- Y sin embargo la crisis también puede mermar la participación. De hecho, ha descendido el número de cofrades.

- Este año me da miedo porque sé que hay mucha gente que por circunstancias no puede hacer frente al pago de su cuota y eso a mucha gente, por vergüenza ajena, le tira para atrás, que por no haber podido pagar la cuota de la cofradía o la hermandad no quiera salir en la procesión. Lo hemos dicho en cada cofradía, que no se deje de participar por un motivo meramente económico, se paga a quienes no puedan con el compromiso de que lo hagan cuando puedan, para que sigan participando. Nadie les va a decir absolutamente nada, queremos que la participación sea masiva.

- Son tiempos difíciles y la gente también se encomienda en la fe. ¿Se verá en las calles esta Semana Santa?

- Hay quienes bromean con que entre unos que no pueden viajar y otros que hacen penitencia en busca de trabajo o de la lotería… Todo el mundo está en su derecho de agarrarse a su fe. Cada uno es libre de creer en lo que quiera. 

- Dijo el obispo de Ciudad Rodrigo durante el pregón de la Semana Santa que es más que arte y folclore. 

- No es sólo poner un paso en la calle y despertar a las cuatro de la mañana a los vecinos con los tambores. La Semana Santa tiene otras connotaciones, hay mucha creencia, mucha fe, mucha espiritualidad, gente que de verdad lo vive y lo siente. Y luego hay algo que no se ve, esa ayuda que prestan las cofradías al más pobre, al más necesitado, esa labor que se hace día a día. Y cómo no, la Semana Santa está enfocada al turismo, la ciudad vive de ella. Es todo eso. Devolvemos a la ciudad algo de lo mucho que nos da. Por eso pido a todos los salmantinos que no se reste, que se sume, y sumar es participar.

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