​VÍDEO | Los Chikos del Maíz sí pasan por la ciudad: “¡Salamanca censura, como la Dictadura!”

En un Potemkim donde no cabía ni un alma, Nega y Toni hicieron las delicias de un público entregado. Sin avivar la polémica desde el escenario, fue el público quien se encargó de mostrarles su apoyo y acordarse tanto del Ayuntamiento como de Carbayo, al que compararon, con el mismo sobrenombre, al alcalde de Madrid

 Los chikos del maíz instagram
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Desde más de media hora antes de que se abriesen las puertas, la cola en la calle Consuelo parecía eterna, prologándose hasta Varillas. A las 9:30 horas exactas, las puertas del Potemkim se abrieron y, aunque parecía imposible que toda la gente que estaba en la calle entrase, nadie quería perderse un concierto que estuvo a punto de no celebrarse.

Pero luchando contra la censura, Los Chikos del Maíz llegaron a Salamanca. Pasaban unos minutos de las 22 horas cuando, para una alegría inconmensurable del público, Nega y Toni salían al escenario. Frente a ellos una sala completamente llena con varias caras conocidas, como la concejala del Grupo Mixto, Virginia Carrera, una de las firmes defensoras de que el grupo debía actuar en la Sala B del CAEM tal y como estaba previsto y que no sólo les mostró su apoyo durante el concierto, sino que disfrutó del mismo.

Al igual que ella, las más de 300 personas que colgaron el sold out en el Potemkim. Y es que, como es habitual en Los Chikos del Maíz, se dejaron hasta la última gota de sudor para recompensar a un fiel público que disfrutó de todas y cada una de las canciones.

Eso sí, fue ‘La estanquera de Saigón’ la primera que consiguió movilizar a toda la sala, desde la primera fila hasta la última. Manos al aire y coros supusieron la primera gran ovación de la noche y precedieron, precisamente, el primer discurso.

Un discurso de tintes políticos, que lamentaba el fuerte avance de la extrema derecha en España, al igual que en el resto de Europa, y el que se recordaba que “vivimos tiempos difíciles”. También hubo un recuerdo para el rapero mallorquín Valtònyc, presente durante todo el concierto -Toni portaba una camiseta con su nombre y el 10 a la espalda-, y los asistentes se encargaron de levantar una bandera de la Segunda República y otra del País Leonés.

Los chikos del maíz (3)

El speech fue acompañado por parte del público de gritos que evocaban la figura de Zozulya -al que se recordó en cada silencio con el cántico que popularizaron Bukaneros-, al alcalde Carlos García Carbayo -al que se nombró con el mismo mote por el que es conocido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida- y, sobre todo, un cántico que rápidamente se extendió y que fue aplaudido por los cantantes: “¡Salamanca censura, como la Dictadura!”.

Volvió la música y lo hizo con ‘Llamando a las puertas del cielo’, un tema disfrutado y bailado por Nega y por Toni, que mostraron gran comunión con el público, que prácticamente estalló de júbilo cuando sonó ‘Paraísos artificiales’ justo después y justo antes de otro discurso en el que culparon a los medios de comunicación, poniendo como ejemplo a Susana Griso y a Ana Rosa Quintana, de blanquear el fascismo de Vox.

Los chikos del maíz (2)

Fue entonces cuando la gente sacó su vena más reivindicativa y comenzó a gritar “¡No pasarán!”, correspondido por Los Chikos del Maíz con la canción del mismo nombre, para delirio de la sala. El tema fue seguido por ‘Los Pollos Hermanos’ -sin la parte final dedicada al beef del Nega con C Tangana, como es habitual-, poniendo así un punto y seguido a la actuación, ya que llegaba el primero de los descansos.

Un parón muy breve y que fue amenizado por el DJ con alguno de los sampleos más míticos de la historia del rap, como ’The Next Episode’ o ‘Sound of da Police’. Y en menos de cinco minutos, Nega y Toni volvían a hacer vibrar al Potemkim con ‘Comanchería’, tema que da nombre al disco con el que están de gira.

Fueron 20 minutos intensos en los que el público cada vez se iba viniendo más arriba y, tras otro parón de apenas dos minutos, llegó el auge final. Primero con ‘Hidden Track’ y su correspondiente pogo, reclamado por ambos artistas; y después mezclando nuevas canciones como ‘Libreros’ junto a otras míticas como ‘Tú al gulag y yo a California’.

Cuando parecía que todo estaba llegando a su fin, Toni y Nega sacaron la artillería pesada: ‘Pasión de talibanes’ y ‘Trabajador@s’, que fueron cantadas al unísono por toda la sala y que pusieron, tras una emotiva despedida, el que parecía el punto y final al concierto.


Pero la gente quería más. Gritando nuevamente “¡No pasarán”! y recordando, además de a Zozulya, a Javier Tebas -reconocido votante de Vox-, el público insistía en unos bises que no tardaron en llegar. Y lo hicieron a lo grande, con ‘Un bolero en Berlín’.

Pero faltaba la traca final. Los valencianos se habían guardado como última canción el tema por el que el Ayuntamiento comenzó a plantear la cancelación de su concierto: ‘Anatomía de un asesinato’. Un tema que cobró tintes proféticos, ya que Toni dice, en uno de los versos, “que nos censuren conciertos demuestran que tienen miedo”.

Todo lo contrario fue lo que hizo el Potemkim con Los Chikos del Maíz que, esta vez sí, se despidió de Salamanca, no sin antes hacerse dos fotos de familia que dedicaron “al PP”.

Se terminaba así una actuación que no sólo se celebró –pese a que, hace unos días, parecía impensable-, sino que triunfó. Porque, una vez más, la música se hizo hueco en “la ciudad del saber”. 

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