Ha sido un entrenamiento duro y un partido difícil en el que el resultado era lo de menos. Lo importante era estar sobre la pista más de 25 horas para superar el Récord Guiness del partido de pádel más largo de la historia. Y lo han conseguido.
Pasadas las 13 horas de este sábado, 23 de junio, todos los familiares, amigos y curiosos allí presentes estallaban de alegría en un momento que pasará para la historia, ya que tras 25 horas y 10 minutos jugando al pádel, el objetivo estaba conseguido, y un nuevo récord había sido establecido.
Los cuatro valientes que han logrado esta hazaña han sido Álvaro Huidobro, Javier Núñez, Fran Álvarez y Antonio Lugones. Precisamente Antonio explicaba a SALAMANCA24HORAS que principio subestimaron un poco la idea ya que no pensaban que iba a ser “tan duro”, y que él, personalmente, tuvo “dos momentos de flaqueza”.
Sin embargo, gracias a los nutrientes, las sales minerales y los geles que ingerían para mantener el físico y la entereza mental que han demostrado, especialmente durante la noche, finalmente han conseguido batirlo.
Y es que “el momento de la noche”, como reconoce Antonio, “es lo que peor hemos llevado”, ya que comenzaban a acumularse horas de juego, por lo que estaban en contacto constante con el fisioterapeuta para soliviantar en los descansos (minuto y medio cada tres juegos, dos minutos tras set y 20 minutos cada cuatro horas que podían aprovechar en su totalidad o no, disfrutando sólo de 55 minutos) esos problemas.
La palabra que más se repetía entre los que felicitaban a los cuatro ‘recordman’ era “orgullo”, algo que también sienten ellos mismos, como reconocía Antonio Lugones, ya que “el hecho del reconocimiento más el mérito que tiene hacer un maratón de este tipo” es motivo de disfrute para cualquiera, y más aún de cuatro chicos cuya pasión es el pádel.
Ahora sólo falta que el récord sea aprobado. Como explica Antonio, enviarán todo el material que les han solicitado: el vídeo realizado y la declaración de los testigos. Pero se han ajustado a la normativa en su totalidad, por lo que “nos lo deberán aprobar”.