La Unión Deportiva Salamanca desapareció el pasado mes de junio, pero todavía continúa siendo protagonista, al haberle dado la razón el Tribunal Supremo a Hacienda, que le reclama al club 1,6 millones de euros por irregularidades fiscales en 1998. Desde el Alto Tribunal se considera que no se satisfizo correctamente el Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas, retenciones e ingresos a cuenta sobre rendimientos del trabajo, pagos por la cesión de derechos económicos derivados de los federativos y presunción de rendimientos del trabajo personal del jugador Iturrino.
Una deuda que según Máximo Mayoral Cornejo, administrador concursal de la UDS, figura como “crédito concursal”, por lo que “no se va a cobrar” salvo que tenga “garantía hipotecada con el estadio”. Por lo tanto, pese a que Hacienda reclama al club charro 1,6 millones de euros, no debería afectar al concurso de acreedores.
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