El equipo infantil del Béjar no ha comenzado bien la temporada. O sí, según qué se mida. Es cierto que cayeron ante el Hergar Camelot aunque fue haciendo un gran partido en el que solo el cancerbero rival evitó un mejor resultado. Al final lo importante es que se aprenda partido a partido y eso parece que sí lo consiguen.

Esto afirma su entrenador, Ángel, que califica como buena aunque difícil la pretemporada de un conjunto con la plantilla completa. Efectivamente, no es fácil ver 22 en algún Béjar de categoría de fútbol base debido a la lejanía con Salamanca y a la complejidad de sacar niños en los pueblos. En esta ocasión, sin embargo, han tenido, incluso, que dejar fuera del equipo a algún chaval que, eso sí, entrena con ellos.

Son 25, de hecho, entrenando. Algo difícil cuando solo tienes medio campo para ello aunque lo primero sea que los pequeños futbolistas disfruten. En ello se ha pensado para coger una plantilla tan larga para que el máximo número de ellos puedan disfrutar del fútbol de manera federada. Esto tiene, sin embargo, una doble vertiente como es dejar a seis sin convocar en cada jornada.

Cuenta Ángel que esto podría entenderse como un aprendizaje de valores para que los seis desconvocados no tuvieran más remedio que esforzarse, algo que, sin embargo, es muy difícil que se entienda por parte de chicos tan jóvenes. Por ello considera que el ser entrenador es, en muchas ocasiones, una labor ingrata aunque, eso sí, ofrezca más satisfacción que momentos malos.

Sobre todo cuando se nota la evolución que, en este caso, siempre es palpable. No dejan de ser chicos que, en su mayoría, han dado el salto al fútbol once por primera vez por lo que es imposible que no se aprenda cada día. De hecho, así está siendo y la asimilación del esquema ha sido casi inmediata para dar resultados sobre el terreno de juego.

Por lo demás, el balón siempre es amigo y desde ahí se debe enseñar. Los patadones no es aprender y el miedo es un enemigo a pesar de que un campo de tales dimensiones siempre asuste. De hecho, el paso de un terreno de fútbol siete a uno de fútbol once lo notan muchísimo. No tanto en el cansancio como en la impresión que da, sobre todo para los más pequeños en estatura.

Que disfruten, eso sí, y no el resultado es lo importante. Y para ello no importa la envergadura de los jugadores sino ir todos a una. Y de eso se puede estar tranquilo porque el Béjar es un equipo. Y si disfrutan los niños al final acaban disfrutando los entrenadores y, como no, los padres. Así que ya se sabe, a disfrutar aprendiendo o aprender disfrutando.

La plantilla está formada por Gema y Daniel (porteros); Alejandro Montero, June, Raúl, Víctor, Carlos, Alejandro Martín, Pablo y Fran Nieto (defensas); Daniel Moreta, Jorge, Alejandro Castro, Neila, Alberto, Yuste y Marcos (centrocampistas); Mario Gelabert, Isaac, Jesús y Marcos Esteban (delanteros); Ángel y Miguel Gelabert (entrenadores).

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