En este sentido, la entidad blanquinegra, a la espera de que puedan entrar algún inversor, ya piensa en como conseguir dinero de cara al siguiente curso. La venta de obligaciones luego intercambiables por acciones, la venta anticipada de abonos o el traspaso de algún futbolista están en mente de los dirigentes charros, que no pueden permitirse dejar pasar los días por si estos acaban en nada.
Y es que de ese grupo portugués interesado en la Unión poco se sabe, mientras que Pascual parece que no acaba de ver la descapitalización, pese a saber de primera mano que si no la aceptara acabaría perdiendo todo, creando además y únicamente un retraso poco positivo para la UDS. El máximo accionista está buscando opciones beneficiosas si toma esa decisión, esa disminución de valor del accionariado, habiendo dejado en manos de Bernardo Velasco, su asesor económico, esta lucha, de momento, poco clara.
Y a la espera de que se vayan resolviendo estos puntos, Juan José Hidalgo, que sigue en conversaciones con los que serían sus socios y que continúa esperando esa descapitalización y una solución para el aval. El salmantino sigue pidiendo que sea el Ayuntamiento el que ayude al club y que se convierta en avalista, comprometiéndose y planteando un plan que serviría para ir pagando esa póliza en años sucesivos y calculando que podría solventarse en unas seis u ocho temporadas, dependiendo de cómo marchen las mismas.