Acabo de recibir la noticia de la paralización de las obras de la Ciudad Deportiva del Aldehuela y con una total desolación se la he comunicado a los componentes del Club la Flecha de Salamanca.
Hace ya más de dos años, -desde que comenzaron las obras de reforma y nos cerraron el campo que allí teníamos-, que los arqueros salmantinos carecemos de un campo de tiro al aire libre donde poder entrenar o simplemente practicar el deporte que nos gusta, y pacientemente esperábamos el final de la reforma de la ciudad deportiva de La Aldehuela para retomar unas instalaciones adecuadas y únicas en Salamanca para nuestro deporte, pero ahora con esta paralización volvemos a ver un futuro oscuro.
La próxima semana la arquera salmantina Helena Fernández luchará por una plaza para los Juegos Olímpicos de Londres, y si la consigue, todos los salmantinos estaremos muy orgullosos de tener una deportista en la élite de este deporte. Hace sólo unos días, Ángel, su padre, me contaba las maratonianas jornadas de entrenamiento que habían pasado en el campo de La Aldehuela para conseguir estar en primera línea y cómo ahora cuando Helena pasa unos días de descanso en Salamanca no tiene dónde entrenar.
Hay muchos niños y jóvenes que quieren intentar progresar en este deporte, que quieren luchar por llegar un día a ser como Helena Fernández, y también hay muchas personas que simplemente quieren ocupar su tiempo libre practicando el tiro con arco y que se encuentran sin instalaciones para poder realizar sus sueños.
Quizá sea muy osado por mi parte, en medio de esta crisis que acaba con todo y que los recortes están a la orden del día, pedir un campo para poder practicar este deporte. Pedir a todas las administraciones locales, provinciales, autonómicas o centrales un espacio para el tiro con arco salmantino. No pedimos dinero, no pedimos nada costoso, no pedimos nada imposible. Sólo pedimos que alguna institución, que alguien nos ceda un terreno de una superficie parecida a un campo de futbol cercano a Salamanca. Y es que cada vez que hemos intentado pedir alguno de los muchos espacios que podrían servir nos estrellamos contra el muro de la burocracia, de la incomprensión, con la excusa de que con la crisis no hay dinero para deporte y mucho menos para un deporte minoritario, y sobre todo con la falta de imaginación y de querer solucionar los problemas.
Una última reflexión. Para poder fotografiarnos con deportistas de élite, para poder entregar Premios, Becas, reconocimientos… debemos cuidar el deporte de base, sin ello será imposible repetir triunfos.
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