Los pasteleros se lograban adelantar y estar hasta bien entrada la segunda mitad con el resultado a favor, aunque como viene siendo habitual marraban ocasiones para aumentar la ventaja. Los locales también lo intentaban, pero los charros estaban bien plantados.
Pero en el ecuador del segundo acto, en un minuto, los de Paco Olivares encaban dos goles y el partido cambiaba por completo. Eran desde ese instante los charros los que tenían que buscar el ir a por el gol y eso les hizo mucho daño, terminando perdiendo por tres goles con el partido ya roto y con el Confitería Gil jugando con portero jugador.
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