Deporte y naturaleza para llevar el nombre de Salamanca por España y el mundo: así son sus 'trail runners' de Alto Nivel
Los trail runners salmantinos Guillermo Ramos y Juana Montaño han conseguido entrar en la lista de deportistas de Alto Nivel de Castilla y León, además de la Selección Española de esta disciplina
La naturaleza salmantina es sin duda uno de los grandes atractivos de la provincia, pero sin centrarnos únicamente en el motor económico de la región charra, no podemos olvidarnos de los deportistas que año a año sitúan el nombre de Salamanca en lo más alto de los podios repartidos por España y por el mundo.
En esta ocasión han sido Guillermo Ramos y Juana Montaño los que se suman a la lista de deportistas de Alto Nivel para los que la Junta de Castilla y León va a destinar presupuesto para sobrellevar muchos de los gastos al competir en categorías del territorio nacional y mundial.
De esta forma, desde la institución regional se va a intentar fomentar el deporte para así promocionar las competiciones y poder dedicar un tiempo de calidad a los entrenamientos del mismo en colaboración con las federaciones deportivas y las entidades relacionadas con cualquier tipo de prácticas.
Guillermo Ramos, corito de cuna, ha sido campeón de España en Kilómetro Vertical, además de campeón de Castilla y León en Línea y Vertical, y ganador de la Carrera Alto Sil, entre otros premios, galardones que lo han llevado por los parajes de la geografía española y llevar el nombre de Candelario por la naturaleza más espectacular de la nación.
La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada incluyó en el combinado nacional a Guillermo el pasado 2024, compitiendo en el Campeonato del Mundo celebrado en Soria el pasado septiembre y situando al salmantino como uno de los mejores corredores de montaña de España.
Siempre con sentido del humor y muy alegre, ha demostrado como poco a poco ha ido incluyendo en su vida lo que empezó siendo un hobby, yendo poco a poco a más para así conseguir perfilar la disciplina deportiva a sus tiempos y, por supuesto, a su trabajo y vida social. Meteorólogo de la AEMET, ha contado su experiencia hasta llegar a este punto, con pequeñas anécdotas y gustos heredados por sus padres.
Todo comienza cuando el joven era pequeño y sintió la conexión entre naturaleza y vida misma. Ante esto, Guillermo ha comentado que “mis padres me inculcaron ese amor enseñándome a coger setas, pamplinas… hasta llegar a la universidad donde comencé a correr. Uniendo las dos cosas, acabé aunando naturaleza y carrera”. Con 18 años arranca este hobby y hasta los 32 años actuales ha continuado esta afición por el deporte.
Además, el deportista ha explicado que “todo esto se ha hecho más serio poco a poco. Cuando estudié mi carrera en Salamanca, salía a correr lo normal ya que me gustaba, pero a medida que pasaba el tiempo me lo fui tomando más en serio hasta que me empezó a preparar Alberto Ramírez Feliu, el cual me acabó dando entrenamientos pautados desde hace cuatro o cinco años”. Todo esto ha hecho que llegue a correr carreras de más de ocho horas como es el Ultrail de La Covatilla, una prueba para gente muy experimentada y que logró terminar tras más de 70 kilómetros.
En los arranques de su carrera deportiva hubo una serie de baches lógicos que también ha expuesto: “Yo trabajaba en Antena 3 y tenía tiempo de escaparme para entrenar, fue ahí cuando quedé subcampeón de España de Snowrunning hasta que me fui a otro trabajo”. Ante este cambio, a una gasolinera, compaginar todo era más complicado, tanto por horarios como por estar estudiando la oposición de la Agencia Estatal de Meteorología. En ese sitio trabajaba desde las ocho y media de la mañana hasta la noche, por lo que el cansancio era un factor crucial al respecto e impedía entrenar adecuadamente.
Ese tiempo de parón no quitó las ganas de correr a Guillermo, que tras conseguir la plaza logró “tener estabilidad y más tiempo para correr, y más con la naturaleza al lado porque me mudé a Vitoria”. Con todos estos ingredientes ha ido preparando su día a día para poder trabajar y entrenar, para poder disfrutar tanto de lo que ha estudiado como de su principal afición.
Muchos podrían pensar que las dietas juegan un papel fundamental, y es que ante esto, Guillermo ha dejado un mensaje muy claro: “Las dietas son importantes pero no tengo un nutricionista. Es importante la dieta, sí, pero no soy una persona que se vuelva loca. Como de forma sana y ya está, al final las calorías se queman corriendo. Al final lo que cocino lo hago para mi y mi pareja. Sí que es verdad que cuando tengo una competición adapto la alimentación, pero sin que se me vaya la cabeza”.
Con respecto a la mentalidad, también ha hecho hincapié en la importancia de la misma: “La cabeza es un factor muy importante para llevar el sufrimiento, sobre todo los que corremos mucho y al extremo. Tienes que ser fuerte mentalmente y tienes que estar motivado. Si falta motivación es imposible obtener buenos resultados. En mi caso es también un hobby, por lo que ya voy motivado desde el principio”.
Todo un ejemplo para Candelario, su querida tierra, el conjunto de la comarca, conocida además por ser un lugar de entrenamiento para muchos deportistas del estilo, que seguirá vistiendo con orgullo los colores de la bandera española y así ir logrando con el paso del tiempo diferentes metas soñadas.
Juana Montaño nació en Bolivia, pero es salmantina adoptada tras llevar muchos años en el país y poseer la nacionalidad española desde 2024. A raíz del pasado año, comenzó a enfocar sus objetivos poco a poco, yendo siempre de menos a más y con los pies en la tierra o, mejor dicho, en la naturaleza, paisaje que le motiva en las disciplinas deportivas tan duras que corre.
En la actualidad, Juana tiene 35 años y una hija, y logra compaginar los entrenamientos con la vida familiar y, por supuesto, la laboral. Además, se está formando como monitora de yoga para en un futuro dedicarse a ello, otro de los sueños que tiene. Hace un año, consiguió en la Copa de España clasificar como la primera de España, lo que le ha llevado a recibir la llamada de la Selección Española para representar a la nación en el próximo Campeonato del Mundo.
Sus comienzos se dieron gracias a la conexión que siente Juana con la naturaleza, donde tras correr en pista, decide empezar a realizar carreras por montaña, llegando a correr duras pruebas como los 61 kilómetros del Ultra Sierra Nevada, o los 54 kilómetros del Héroes contra Duchenne.
A raíz de estos comienzos descubrió lo que era correr por estos parajes naturales “sintiendo que cada vez me conectaba más con la naturaleza”. Además, ha destacado que de cara a los entrenamientos “compagino los tiempos de realizarlos cuando la pequeña de seis años está en el colegio, donde corro por las calles o en pista, aprovechando únicamente un día los fines de semana para realizar montaña”.
Al igual que muchos deportistas de Alto Nivel, todo comenzó siendo una afición, destacando por encima de todo que “pongo mucha disciplina en mi misma. Si hay disciplina, se puede llegar a muchas cosas. Es algo que tengo muy presente”. Además, más tarde pasó de ser un hobby a algo más serio, algo que le ha llevado a soñar a lo grande gracias a las horas y horas de entrenamiento que dedica.
Con respecto a las dietas también ha dejado un mensaje claro, y es que Montaño ha destacado que “no soy muy rígida en la comida. A nivel personal sí que soy muy consciente de lo que voy a comer y de lo que es dañino y que no lo es. No necesito una dieta, y con la experiencia he ido viendo qué es lo que mejor me sienta de cara a correr y mantenerme en forma”.
Aún comenzando como un hobby y siendo más seria la competición en estos momentos, Juana no ha dejado de pensar en que sigue siendo una afición, ya sea por tener siempre la cabeza sobre los hombros y así seguir disfrutando de cada evento en el que participa con un solo objetivo, subirse al podio.
Y es que a pesar de tomar todo esto de otra manera con respecto a los principios, la trail runner también ha declarado que “siempre mantendré esa idea de que es una afición, ya que es lo más importante para conseguir cualquier meta que me proponga”.
Dos deportistas que han llevado el nombre de Salamanca por el mundo y por España, representando la rojigualda por aquellos lugares a los que han marchado para correr y disfrutar de la naturaleza, aunando todo con deporte y con buenos hábitos de vida. Demostrando que los límites están en la cabeza y que las piernas pueden llegar a fallar, pero la cabeza no.
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