Este sábado fue una fecha marcada en rojo en el calendario para la familia Bucarito. Y es que el menor de los tres hermanos, José Manuel, podía por fin debutar con el Hergar ?A? alevín después de siete meses de espera.
El venezolano, que estaba impaciente por poder jugar, no lo hizo de titular. Pero, desde el momento que saltó al campo, fue buscando con insistencia por sus compañeros, que le asistían para que este marcase un gol y poder celebrarlo todos juntos.
Y ocurrió hasta en dos ocasiones (si bien el acta de uno de esos goles en propia puerta), resolviéndose con final feliz una de las historias que más han tenido en vilo a un jugador, a un club y a una familia.