Los bejaranos perdonaron opciones claras de gol y estuvieron un pasito por delante de la escuadra Segoviana, pero los porteros de unos y otros hicieron su trabajo y fueron los protagonistas al librar a los suyos de encajar tantos.
Los salmantinos tendrán que ganar como sea el martes otra vez en casa tras un empate que les sirve para sumar pero que deja un regusto amargo por la necesidad de triunfo que hay en tierras serranas.
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