Lejos del caso del nuevo Salamanca, Alcorcón y Córdoba B siguen siendo los puntos calientes de una categoría que no acaba de ver el día en que quedará planificada. Los madrileños confían en quedarse en Segunda y no descender, como el Guadalajara, por presuntos defectos a la hora de transformarse en SAD. Todo está pendiente de una decisión final y valoración de una auditoria que se ha realizado, pero este caos podría seguir retrasando la formación de grupos.
Menos preocupante parece los del Córdoba B, que sería el equipo que recogería el testigo del descendido Xerez. Al ser equipos de la misma comunidad, el problema es menor, ya que ocuparían el mismo grupo. Además, si al final no acepta el filial cordobés lo hará el del Betis.
Y luego está el caso del nuevo Salamanca, que espera pronto vivir un nuevo capítulo, el de la resolución de la juez para seguir obligando a la RFEF a inscribir al equipo de Hidalgo en Segunda B tras los recursos del ente federativo, la AFE y la Agencia Tributaria. Por plazos y tras no haber resuelto la magistrada ni jueves y viernes se espera que este lunes pudiera haber solución.
Y alrededor, más de setenta equipos que viven en vilo y sin cerrar su presupuesto, lo que ha hecho que los últimos días y en el fin de semana varios dirigentes y técnicos hayan cargado contra la Federación, que además tiene a otra categoría como la Tercera en stand by.