Para estar en el campo del líder, la consigna de no tener miedo ni respeto a los chicharreros iba tomando forma.. Los verdiblancos no iba a estar defendiéndose todo el partido y los acercamientos al área tinerfeña eran una muestra clara de ello.
Pero el Guijuelo acostumbra a no terminar de conectar todas sus líneas y todo se pintaba en negro a la media hora de duelo, cuando Manolo introducía la pelota en su propia portería y regalaba el 1-0 al Tenerife. Injusto resultado para el equipo jamonero, que no se fue abajo y encontró una merecida recompensa justo antes del descanso, al anotar Jaime Moreno el 1-1.
El intermedio sentó bien a los salmantinos, que recargaron pilas y apostaron por seguir como estaban haciéndolo, si lo hacían tenían muchas papeletas para llevarse algo positivo del Heliodoro. El líder no podía con un bloque chacinero que iba a por todas y apostaba por la machada grande, la de la victoria.
El fútbol, que jornadas atrás ha venido castigando a los de Sito, este domingo estuvo de su lado y Óscar Valero logró en el minuto 77 un 1-2 buscado del todo por los charros. Era momento de aguantar el marcador, no cometer errores ni arriesgar para poder saborear un triunfo, el segundo como foráneos de la temporada, que iba a dar mucha moral a los guijuelenses. Y así fue, control y tranquilidad en los de Sito y tres puntos que vuelan a la villa chacinera. Una lección magistral de un equipo que pese a pasar apuros económicos volvió a dar la cara.
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