El Guijuelo se vuelve de vacío de Santiago de Compostela. Los chacineros cayeron por 1-0 en el Municipal Vero Boquete y pagaron cara su mala salida tras el descanso.
Los chacineros saltaron al césped con Rabanillo bajo palos; Montes, Cedenilla, Asiel y Pica en la defensa; Cambil, Diego González, Alberto Bernardo y Xabi Domínguez en la medular; y con Juan Antonio y Pana como referencias en ataque.
El Compostela, por su parte, manejó una línea de tres en defensa y generaba incomodidad con los movimientos ofensivos de Jaime Santos y Parapar, que obligaban a Montes a identificar muy bien cuándo perseguir y a quién.
La primera parte fue de más a menos en cuanto a ritmo. Rabanillo metió una buena mano para mandar un disparo de Jaime Santos a córner y, poco después, tuvo que desbaratar una buena acción por línea de fondo del propio Jaime Santos.
Los chacineros, que apenas incomodaron a su rival en ataque en la primera mitad más allá de una buena presión de Diego González sobre el meta Pato Guillén, estuvieron a punto de marcharse 0-1 al descanso pero el cabezazo de Alberto Bernardo se marchó ligeramente alto.
Los chacineros saltaron dormidos tras el paso por los vestuarios. Manu Ramírez se quedó solo ante Rabanillo y disparó centrado para que el meta pudiese desbaratar la ocasión inmejorable del atacante local. Pero no perdonó a la siguiente el Compostela. Un centro desde la izquierda lo volea de forma impecable Samu desde la frontal para poner el 1-0 en el tanteador.
Al cuarto de hora de la reanudación, Mario Sánchez movió fichas para tratar de igualar el choque y metió en el verde a Cristóbal y Garban. El extremo salmantino lo probó de forma inmediata con un disparo lejano que atajó seguro Pato Guillén.
A falta de ocho minutos, un chut cruzado de Alberto Bernardo estuvo a punto de significar el empate. Y lo que llegó posteriormente fue la polémica arbitral. Cedenilla golpea el balón en el poste y Juan Antonio manda la pelota a la red. El línea levanta la bandera y los futbolistas chacineros se lo comieron en la banda.
No se vino abajo el Guijuelo a pesar de ver cómo le anulaban el 1-1 y Pana obligaba a Pato Guillén a meter una mano abajo en el arreón final. No hubo premio a la insistencia guijuelense en el tramo final. Toca seguir remando para conseguir el playoff.