Nuevo empate el que ha sumado el Club Deportivo Guijuelo en la mañana de este domingo. Sin embargo, este reparto de puntos es meritorio para los chacineros, ya que visitaban la cancha del segundo clasificado, el Rayo Majadahonda, quienes no fueron capaces de superar a los charros (1-1) pese a adelantarse en la primera parte.
Y es que Jordi Fabregat salía en campo de los madrileños con una defensa de tres, algo que descolocaba al equipo visitante y que aprovechaba bien el Rayo Majadahonda, buscando desde el primer minuto un tanto rápido.
De hecho, no iban a tardar en encontrarlo, y es que en el minuto 8 Coto aprovechaba un balón filtrado entre los centrales chacineros y un mal repliegue de los de Fabregat para plantarse frente a Kike Royo y batirlo sin mayor dificultad.
Se le ponía nuevamente cuesta arriba el partido al Guijuelo, ya que además los locales buscaban con ahínco el segundo, conscientes de que podían matar a los visitantes en una de sus múltiples llegadas. De Frutos era el que más peligro estaba llevando a la meta de Kike Royo constantemente, pero en la más clara que tuvo su centro no encontró, por muy poco, rematador.
Resistía el Guijuelo todas las embestidas del Rayo Majadahonda, que lo intentaba en las botas de Vicente hasta desde el mediocampo, si bien no era capaz de acertar a sorprender al guardameta chacinero. Así, poco a poco se fueron asentando en el césped del Cerro del Espino hasta alcanzar la pausa del medio tiempo, que iba a beneficiar a los de Fabregat.
El técnico catalán decidía cambiar un poco al equipo e introducía a Gavilán para jugar con un delantero puro. Eso y un cambio de mentalidad total cambiaban la cara al Guijuelo, que salía en el segundo tiempo buscando el empate.
Y aunque iba a ser Coto quien tuviese la posibilidad de hacer el segundo en la primera jugada de la segunda parte, los chacineros no tardaban en contestar, y con mayor efectividad. Manzano ponía un fantástico balón al área y con un magnífico movimiento de Gavilán, que arrastraba a los centrales, dejaba un gran hueco para la llegada de Manu Dimas. No dudaba el canario en rematar e igualar la contienda, aunque a punto estaba Basilio, portero local e inédito en la primera parte, de salvar bajo la línea.
El gol le dio otro color al Guijuelo, que continuó buscando el segundo sin precipitarse. Con un excelso Manzano, que surtía a Gavilán de balones, cerca se quedaban de remontar, pero en la ocasión más clara el balón le botaba mal al delantero y este no acertaba a rematar.
Llegaba entonces la polémica, con Manu Dimas cayendo dentro del área en una acción donde los visitantes reclamaron penalti, aunque el árbitro no señaló nada. Eran buenos minutos de los chacineros, que se iban a ver cortados tras una entrada de Vicente sobre el canario Dimas en la que el local se hacía daño, teniendo que ser sustituido y parando el partido varios minutos.
Esto enfrió el encuentro, hasta entonces de bastante intensidad, y poco a poco el Rayo Majadahonda volvía a hacerse con el control del encuentro, también beneficiándose del cansancio visitante, aunque los de Fabregat estaban asentados y sin sufrir sobre el terreno de juego.
Además, la más clara iba a estar en las botas de Raúl, que botaba una falta de manera que el disparo iba pegado al palo. Pero Basilio intervenía para despejar a córner y evitar cualquier remontada chacinera.
El partido no podía terminar sin la intervención de Kike Royo, que salvaba un disparo de Pichín, jugador que había sustituido a Coto instantes antes, y despejaba a saque de esquina. Nuevamente Pichín iba a gozar de un claro remate, pero su cabezazo en esta ocasión se iba desviado.
Así, reparto de puntos que deja mejor sabor de boca al Guijuelo, al puntuar en casa de uno de los rivales más complicados de la categoría, y le mantiene con opciones de pelear por meterse en la Copa del Rey.