Su garray su dupla con José Américo Taira le dio un carisma especial y siempre será recordado como uno de los futbolistas que dejó huella en los años gloriosos de la década de los noventa, con la Unión en Primera.
En 1999 se marchaba al Celta de Vigo traspasado pero con Salamanca y los salmantinos en el corazón, para recalar en la campaña 2007/08 en el Coruxo, donde acabó su carrera. Por ello este domingo, en el que se enfrentaban dos equipos en los que jugó, Giovanella regresó al que fue su estadio, ese que no se cansaba de corear aquel “Giovanella, Giova, Giovanella”.