Lapeña preparó ejercicios buscando la rapidez en contraataque, 3 contra 2, para después comenzar con el grueso del entrenamiento puramente táctico. Divididas en dos equipos, siempre los mismos durante toda la mañana, las jugadoras participaron en ejercicios diferentes de cinco contra cinco con reloj y marcador. Se buscaban reproducir situaciones reales de partido, con un conjunto con ventaja y premiando las acciones positivas. Los últimos minutos fueron un mini partido entre ambos equipos con mayor libertad a la hora de jugar para que el míster perfumero pudiera comprobar si se han afianzado conocimientos. El resultado, de lo más satisfactorio, con una nueva mañana a gran nivel de intensidad.