Hace poco más de dos años, el pueblo de Sant Llorenç deCardassar, al noreste de la isla de Mallorca, se hacía famoso de la noche a lamañana. Fue, eso sí, por una desgracia. Uno de los desastres naturales másrecordados de los últimos años, representado en forma de riada e inundacionestras unas fuertes lluvias, destruía el pueblo. Era octubre de 2018 y hasta RafaNadal, que se encontraba en su Manacor natal (a 10 minutos en coche) recuperándosede una lesión, ayudaba en el achique de agua y en la reconstrucción de la zona.
Poco más de dos años después, el pueblo ha vuelto a sernoticia. Pero esta vez sí que es por un hecho positivo. O, al menos, para losamantes del fútbol. Y es que el equipo local, el Cardassar, será el próximorival del Atlético de Madrid en Copa del Rey. Los colchoneros eran el premiogordo para los equipos que venían de jugar y superar la ronda previa, entre losque se encontraba el equipo balear, campeón de Preferente el pasado año y estatemporada en Tercera División.
Un premio gordo que, eso sí, se hizo esperar. Los equipos deronda previa se iban a medir sí o así a un Primera División, e incluso podíanno tocar los de Simeone, cuya bola no aparecía. Tampoco salía el Cardassar, quefue el último equipo de ronda previa en conocer a su rival. Y, como si eldestino lo tuviera pensado, las bolas depararon que fuera el Atlético de Madridel que viajara hasta Mallorca.
Como es normal en estos casos, la locura se apoderó de losjugadores del equipo local, que estaban juntos viendo el sorteo, rodeados dedecenas de cámaras y periodistas locales e, incluso, alguno nacional. Su reacciónha sido emitida en la gran mayoría de canales y periódicos deportivos deEspaña. Y en primera fila, alguien que ha sido reconocido por mucha gente deSalamanca.