El entrenador salmantino calificó su regreso como "muy, muy triste. Creo que merezco un respeto en esta ciudad por lo que he dado al baloncesto de Salamanca. Nunca lo esperaba aunque creo que ha sido un porcentaje pequeño de aficionados" dijo en referencia a los pitos que escuchó en distintas partes del partido.
La Liga está muy cerca para Rivas, pero es prudente "está en la mano pero es muy difícil ganarle dos partidos seguidos a Avenida. En nuestro pabellón no entran tres mil personas como en Salamanca, pero habrá mil que estarán como locos. Llevamos ocho llenos seguidos en casa.