El deporte, y dentro del mismo algunas instituciones yclubes, cumplen una serie de protocolos en el primer enfrentamiento entre elloso en la primera visita del rival al terreno de juego del anfitrión: intercambiode banderines, entrega de flores a un busto o monumento, realización debufandas conmemorativas…
Este sábado podía haberse dado alguna de ellas, pues era elestreno del Ciudad de La Laguna en el salmantino pabellón de Würzburg. Lo hacíapara medirse al Perfumerías Avenida en la jornada 15 de la Liga Femenina debaloncesto, en la que debuta en la temporada 2019-2020. “Con disfrutar delrecinto y del municipio, vale”, pensarían en el cuadro insular, que más allá detener que realizar actividades vinculadas a su primera presencia en lainstalación, intentaba honrar al lugar al que representa buscando ‘La Laguna’en el juego local.
Sin embargo, se quedaba con las ganas de encontrarla, puesel equipo entrenado por Miguel Ángel Ortega sacaba provecho de su plantilla, desu mayor profundidad de banquillo y del factor cancha para sumar su séptimotriunfo seguido en la competición y empatar en el primer puesto con el Girona,que este domingo recibe al Quesos El Pastor.
Desde el primer cuarto se percibía que el Avenida se alejabade la idea de hacer agua, pues la debutante Temi Fagbenle, presentada eljueves, se llevaba el salto inicial. La anotación perfumera era coral en los primerosdiez minutos: encestaban Silvia Domínguez, Temi Fagbenle, Tiffany Hayes, Emese Hof,Jewell Loyd, Andra Vilaró y Kristine Vitola. La pena local, que le costabacerrar el grifo en defensa y el segundo acto arrancaba con 17-11.
En él, en menos de diez segundos, Laura Gil se encontrabacon un regalo propio del roscón de Reyes, se hacía con el balón en el centro dela pista, encestaba de bandeja y se sumaba al flujo encestador salmantino.También lo haría instantes después Karlie Samuelson. El cauce se ampliaba ypara cruzar de una orilla a otra ya había que transitar los considerados diezpuntos psicológicos. Entonces, las que vestían de blanco comenzaban a probartiros exteriores y el choque entraba en un pequeño correcalles que en su intervaloiba 37-25. El descanso, pues, ya simbolizaba un afluente hacia la victoria, queen este caso no significaban cataratas.
Y es que Silvia Domínguez no estaba dispuesta a que el barcoque capitanea se viniera abajo. Con su conducción al timón desde atrás y elacierto anotador de sus compañeras arriba, hundirse no era una opción contempladapara la tercera sesión, en la que la ‘Marea Azul’ ovacionaba a la nuevagrumete, Temi Fagbenle, cuando le tocaba ir al banquillo y dejar de remar. Elcuaderno de bitácora de este cuarto (terminaba con 64 a 30) refleja un sustopara Tiffany Hayes (se golpeaba con una mesa destinada a los periodistas), diversióny más rotaciones para el combinado de Salamanca.
Las páginas del último cuarto contienen esta misma historiamás la inclusión en la cancha de la canterana Inés Santibáñez (lograba un puntode tiro libre). El club presidido por Jorge Recio nunca se metía en un charco yse convertía en la metáfora de una ola que arrasa con todo en ‘La Laguna’, elarroyo, el río, el mar o el océano. El 89-37 final demuestra que, a pesar deque el conjunto canario se estrenara en Salamanca como sexto clasificado, elAvenida sabe moverse en aguas calmadas y revueltas.