Las manos de un salmantino ponen a punto a un Primera División

Un salmantino en Primera División. Pepe Ramos, de 25 años, lleva tres temporadas en el cuerpo técnico del Getafe como fisioterapeuta y forma parte del staff de José Bordalás.

Este joven fisioterapeuta estudió en el colegio Maristas y después la carrera en Fisioterapeuta en la USAL. Además, jugó al fútbol en el equipo de su colegio y en el Club Deportivo Hergar y también ha competido a nivel profesional en el Club Zarza y Doryoku en judo.

¿Cómo le llega la opción del Getafe?

Todo viene a partir de un máster que hago de especialización y una de las prácticas que ofrece el máster es en el Getafe. Tengo la suerte de que el club pide que se traten a una serie de jugadores que son del filial, pero participan con el primer equipo y uno de los fisios del primer equipo pasa a ser readaptador y me ofrecieron su puesto de fisioterapeuta, somos un grupo de seis.

¿Qué funciones tiene dentro del staff técnico?

Es estar a disposición del jugador antes y después del entrenamiento y de los partidos. Estamos pendientes a todas horas de ellos, ya sea recuperándolos o como prevención. El teléfono siempre lo tengo activo después de los partidos, porque terminan muy cansados, y necesitan algo en el día libre posterior.

¿Cómo es el día a día en un club de Primera División?

Al final nosotros somos los que antes llegamos y los últimos que nos vamos. Llegamos al club y esperamos a los jugadores, hacemos un tratamiento a demanda salvo que estén lesionados. En el entrenamiento también estamos disponibles por si pasa cualquier situación de un mal gesto o un golpe y cuando acaba el entrenamiento estamos también a disposición de los jugadores.

Todo el mundo habla de Bordalás. ¿Cómo es en las distancias cortas?

Es un entrenador muy cercano y dedica todas las mañanas un tiempo para hablar. Tengo una buena relación con él. Es una persona que tiene las cosas muy claras y tiene a los jugadores muy jugadores enchufados. Nosotros, como cuerpo técnico también vamos a donde haga falta con él.

Se le ve un técnico muy exigente y que le da mucha prioridad a la buena condición física

El fútbol cada vez es más físico y hay que estar el cien por cien para desarrollar la tarea. La preparación física, la fisioterapia y la nutrición es clave.

¿Cuáles son las anécdotas que recuerda con más cariño?

Tengo la suerte de que soy joven como la gran mayoría de jugadores y se acaban convirtiendo en amigos y familia. En la camilla no solo se trata muscularmente al jugador, también coges mucha confianza con los futbolistas para que te cuenten sus cosas y hay que entenderlos y ayudarles. Enes Unal fue uno de los jugadores que más apoyo me dio cuando llegué al club y siempre estuvo pendiente de mí para integrarme.

Usted siempre ha compatibilizado fútbol y judo.

No tienen mucho que ver desde fuera pero la vida del deportista es la misma. Una de las cosas que más me ha ayudado a entender la situación de los profesionales fue mi etapa de judoka. Yo también experimenté lo que es competir a alto nivel. Así conozco cómo mejorar en la victoria y en la derrota y el trato en ese momento.

¿Qué valores destaca del fútbol y cuáles del judo?

Al final, es verdad que desde fuera el judo parece que es un deporte que transmite muchos valores de respeto y el fútbol también creo que transmite unos deportes importantísimos. Yo nunca entendí el judo como un deporte individual porque dependes de tus compañeros en el día a día y en el fútbol también.