Después de que el Sevilla perdiera el sábado 2-1 en Liga ante el Real Madrid, cuyo próximo encuentro será ante Unionistas en Las Pistas, el director deportivo de la entidad andaluza, Ramón Rodríguez, ‘Monchi’, indicaba en una entrevista con Isabel Forner, periodista de Movistar, que si se hubiese anulado el gol a Luuk de Jong, hubiera bajado al campo “para sacar a los jugadores”.
Aunque el enfado hispalense por el arbitraje de Juan Martínez Munuera era apreciable en estas declaraciones, el encuentro se celebraba hasta el último minuto, evitándose que ‘Monchi’ protagonizase una escena como la que se daba en Salamanca el 22 de febrero de 1996.
A las 20:30 horas de ese día, la Unión Deportiva Salamanca recibía en el estadio Helmántico al Spartak de Vladikavkaz en una cita que servía para homenajear al fallecido Segundo Hernández, miembro de la Delegación Provincial de Fútbol. El carácter amistoso del compromiso no era tal para el equipo visitante, campeón de la Liga de Rusia en ese momento, que en el minuto 42 se retiraba del choque tras marcar el Salamanca el 2-1 y considerar que los dos tantos charros, obra de Diego Latorre y José Antonio Quiroga, se habían producido en fueras de juego no señalados por José Enrique Rubio Valdivieso, colegiado de aquella noche.
“Así no se puede jugar”, señalaba Valery Gazzaev, entrenador del Spartak de Vladikavkaz. Y así y de ninguna manera se jugaba más.
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