“Esa Vuelta fue muy importante para mí. Mostré que podíacorrer grandes carreras. Lo que vino después empezó ahí. Fue en 2011 cuando medieron libertad para ir a por ella”, recuerda el ciclista Chris Froome cuandose le pregunta por la edición 66 de la Vuelta a España, en la que finalizabasegundo.
Sin embargo, ocho años después, ha pasado a ser el ganadortoda vez que la Unión Ciclista Internacional (máximo organismo del ciclismo) hadecidido este jueves desposeer del título al vencedor, Juan José Cobo, poranomalías en su pasaporte biológico entre 2009 y 2011.
Este hecho produce una situación curiosa, ya que el corredorbritánico, que contaba con cuatro Tours de Francia, un Giro de Italia y unaVuelta a España en su palmarés, consigue su segunda victoria en la ronda española.Aunque en el calendario aparezca como su último triunfo, en realidad es el primeroen las tres principales pruebas por etapas del ciclismo, pues los demásllegaban después de 2011.
En ese año, el nacido en Kenia militaba en el Sky (actualIneos) y, por primera vez, se colocaba líder de una de una de las tres grandesen Salamanca. Ocurría el 29 de agosto, en la décima etapa, una contrarreloj quesalía de la glorieta Vettones y Vacceos y terminaba en la Plaza Mayor.
Casi ocho años después, aquella anécdota toma relevancia,pues pasa a la Historia del deporte como el día en el que Froome supo que podíaganar su primera grande… y la ha ganado (aunque haya sido lejos de lacarretera).