Óskar Martín se olvida del empate y le devuelve la victoria a Unionistas

El delantero consiguió el único tanto del partido a diez minutos para el final. Este fue suficiente para que Unionistas sumara tres puntos de una tacada después de cuatro empates consecutivos. Los blanquinegros fueron mejores pero sufrieron por el poco acierto de cara a gol. Javi Díaz salvó al equipo en la única ocasión de los palentinos

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Llegaba con ciertas urgencias Unionistas a Villamuriel de Cerrato y las disipó con un gran partido en el que fue muy superior a su rival para regresar a la senda del triunfo cuatro partidos después gracias al acierto de la segunda parte, cuando ya expiraba. Fue Óskar Martín el autor del gol cuando ya aparecían los nervios de nuevo después de que  en la primera parte se pidieran dos penaltis que el colegiado no señaló. Finalmente no hicieron falta y Unionistas se vuelve con los tres puntos de Palencia.

Pronto demostró el equipo salmantino que su intención era sumar su novena victoria en la temporada. Tras un inicio dubitativo en el que se midieron las fuerzas entre ambos, una ocasión de Cristo en el golpeo de una falta que obligó a estirarse a Rubo desató a los blanquinegros en una primera parte sin suerte y con mucha polémica.

De hecho, las oportunidades se sucedieron en la última media hora en la que el Villamuriel no pudo más que defenderse como podía. La movilidad de los tres de arriba y el balón parado eran los mejores aliados de Unionistas que, sin embargo, no pudo deshacer el empate antes del pitido que llevó a los equipos al túnel de vestuarios.

Este camino, además, estuvo lleno de protestas al árbitro por dos posibles penaltis en los minutos finales de la primera parte. Se pidió una mano dentro del área en una falta botada por Cristo, que se llevó la tarjeta amarilla por la protesta, y otro por una entrada en el área que el árbitro no consideró suficiente para señalar la pena máxima.

Eso sí, independientemente de las decisiones del colegiado, Unionistas parecía dispuesto a ganar el partido y solo el acierto le separaba de ello. El mismo que tuvo Javi Díaz en la primera ocasión de los palentinos recién inaugurada la segunda parte. Fue César el que le probó y el cancerbero respondió de manera inmejorable por dos ocasiones a una jugada que peinó antes Chino.

Fue la más clara del Villamuriel, que avisó a Unionistas de que el partido en la segunda parte no iba a ser igual. De hecho, aunque el dominio del balón siguió siendo blanquinegro, los palentinos se atrevieron a merodear las inmediaciones defendidas por los hombres de Astu, aunque sin la profundidad que sí tenía Unionistas. Los visitantes monopolizaban el balón y solo les faltaba un último acierto en el pase o disparo para desequilibrar la balanza ante una brava defensa local, que también llevaba peligro en el balón parado.

Los cuatro de arriba de Unionistas, mientras, seguían intentándolo. Álex González, Zubi, Cristo y Óskar Martín lo buscaban continuamente ante el paso del tiempo, que iba en su contra. En una de estas jugadas, el delantero estuvo a punto de llegar a un buen centro de Cristo pero no parecía ser el día. Por ello, a falta de quince minutos, entraron Juan Fraile y Albertín por Chamorro y Zubi, perdiendo presencia en el centro del campo pero ganándola en ataque. Era una declaración de intenciones de que el empate no les valía.

Y el propio Óskar Martín, después de intentarlo todo el partido, lo demostró a falta de diez. Era un balón que parecía que se iba a perder, como casi todos los anteriores, pero su fe y su olfato fueron suficientes para que pudiera meter la pierna al centro de Flórez y hacer un gol que suponía un alivio para Unionistas después de que todos los rivales de arriba estuvieran venciendo.

Con la experiencia pasada, eso sí, no podía haber ningún tipo de relajación en ninguna parte del campo. Lo buscó, de esta manera, Cristo para sentenciar el encuentro de falta directa pero su disparo se fue fuera por poco. Ya en el descuento lo volvió a intentar en una gran jugada personal que acabó con su disparo en el palo. Eran los últimos coletazos de un partido que, esta vez sí, murió en las botas de los blanquinegros. Suponía una gran victoria, quizás demasiado sufrida, que devuelve a los blanquinegros a la senda de la victoria y mantiene la distancia con el quinto clasificado.

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