Entre las ocho mejores de Europa. Otra vez, sí. Se dice fácil pero el camino es tremendamente difícil. Mucho más este año, con numerosas piedras en el camino. Perfumerías Avenida se impuso por 74-63 a Girona en el Pabellón de Würzburg y se medirá a Praga en los cuartos de final de la Euroliga.
El arranque de partido fue frenético. No se esperaba otra cosa. Cazorla, Carleton, Vilaró, Onyenwere y Reisingerova fueron las elegidas para Pepe Vázquez.
La canadiense prendió la mercha con un triple y Onyenwere ponía el 5-0. Pero Girona devolvía el parcial. Entonces penetraba Cazorla con acierto; después Onyenwere. ¿Qué le faltaba a Würzburg para rugir? Dos triples. El primero de Vilaró; el siguiente de Onyenwere. 15-6 en seis minutos. Bernat Canut tenía que parar la oleada perfumera inicial con un tiempo muerto.
Le surtió efecto al técnico visitante a pesar de la rápida canasta de Fasoula. Las gerundenses recortaron en los minutos finales del primer acto hasta el 19-16.
En el segundo cuarto se atascó Avenida. Las charras solo anotaron cuatro puntos por medio de Reisingerova en los cinco primeros minutos, vieron cómo Girona volteaba el choque (23-24) y, sobre todo, se desquiciaron con la falta de criterio en el arbitraje, que acabó con una técnica a Onyenwere.
El tiempo muerto de Vázquez asentó a las charras, que se recompusieron con cuatro puntos de Nogic y una canasta de Carleton. Con 30-24, era Canut el que paraba el partido a dos minutos para el descanso. Fueron 120 segundos para María Teresa Cazorla. La canaria dominó el partido y convirtió tres puntos más para mandar el choque a vestuarios con 33-24.
Gardner tomó las riendas del partido tras el descanso. La americana colocó a Girona a tan solo dos puntos con tres minutos disputados (37-35). Onyenwere, con un triple, aplacó el arreón visitante, Leo Rodríguez ponía una bandeja para estirar de nuevo la renta y Vilaró, con una penetración, hacía que Würzburg rugiese de nuevo (44-37).
Pero todo cambió en un pestañeo. Otra vez Girona, con Gardner muy acertada, se ponía a dos puntos (44-42). Se necesitaba experiencia en momentos difíciles y Silvia la puso al servicio de Avenida para dar de nuevo aire.
Gardner fingió un codazo de Fasoula en una disputa, se levantó, se ‘comió’ a los árbitros y se fue de rositas una vez que el videoarbitraje dejó claro que la pívot griego no había cometido ninguna infracción sobre la jugadora visitante.
Ni siquiera los triples de Leo y de Carleton apagaron la crispación en Würzburg, que vio cómo los colegiados señalaban una antideportiva a Silvia Domínguez sobre Gardner.
A los diez minutos finales se llegó con 53-46. Y pocas mejores que Vilaró en un partido caliente. La catalana anotó dos triples consecutivos en el arranque del último cuarto y Onyenwere, con otro tiro certero de tres, ponía el 62-49. Ahí ya estaba imparable Avenida: una bandeja de Cazorla, un triple de Carleton, otro tiro de tres de Silvia… y ‘La Marea Azul’, siempre ‘La Marea Azul’, enfervorecida aplaudiendo a las suyas (70-56). El partido ya era charro. Y el pase a la siguiente ronda tambien.
Pero el festejo no pudo ser completo. En la penúltima jugada del partido, a Araújo se le fue la rodilla en una entrada a canasta ante Cazorla. Se quedó en el suelo, llorando. Se marchó en silla y con el aplauso de Würzburg. Ojalá quede en un susto.
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