Pocas veces se escucha el silencio en Würzburg. Durante algunos segundos se escuchó. Fue nada más terminar el duelo entre Perfumerías Avenida y la Virtus. Las italianas vencieron por 58-62 y las charras reciben un duro golpe anímico y clasificatorio en la Euroliga.
El quinteto charro estuvo formado por Silvia Domínguez, Vilaró, Delaere, Gil y Koné, el ya habitual de Pepe Vázquez. La responsabilidad del partido era grande y la capitana Silvia Domínguez guiaba a las suyas en el primer ataque para lograr los puntos iniciales del choque.
Gil, que combatió de forma intensa en el interior, encestaba cinco puntos seguidos para abrir la renta y un robo suyo propició el contraataque y la canasta de Delaere. Las salmantinas arrancaban con un 9-2 de parcial. Pero la Virtus iba poco a poco a meterse en el choque de la mano de Zandalasini. Pepe Vázquez alternaba sus parejas interiores (Gil-Koné, Gil-Horvat y Koné-Horvat) para no cejar ni un ápice en el poderío en la pintura.
Al final de los diez minutos iniciales se llegaba con cuatro puntos de renta para el equipo charro (17-13). Las charras perdieron la ventaja en el inicio del segundo acto con una gran desconexión. La turca Olcay, tras varios errores, recibió los aplausos del pabellón de Würzburg.
El juego interior volvió a levantar al equipo. Koné arañaba desde el tiro libre y Gil, en modo Fasoula, puso a bailar a su par para hacer el 24-21. Sin embargo, fue la Virtus la que se marchó por delante al descanso con un parcial de 2-7, que concluyó con un triple de Zandalasini sobre la bocina (26-28). Con los resultados de otros encuentros, Perfumerías Avenida estaba obligado a ganar para no caer a la sexta posición de grupo.
El partido tras el descanso siguió duro, feo y con muchos errores individuales por parte de las locales. Con 28-30, Avenida no dejó de creer en sí mismo. Y con tres chispazos desde la línea de tres (dos de Vilaró y uno de Gil) abrió una renta de siete puntos y levantó a los aficionados de sus asientos. La Virtus tenía que parar el choque con 4:18 por jugarse y 37-30 en el tanteador.
No estuvo fina Olcay en la dirección durante estos minutos. Pero logró anotar un dos más uno y la Marea Azul se ‘rompió’ las manos para aplaudir a la base y recuperarla para la causa.
A los diez minutos finales se llegó con 43-37. Leo asistió a Koné para abrir la ventaja a seis puntos pero las colegiadas, que no señalaron con el mismo criterio los contactos, aparecían en escena y la Virtus se colocaba a solo dos puntos (45-43).
Leo Rodríguez apareció en el momento justo. La canaria sacó su varita para convertir dos triples, encontrar a Koné en la pintura y también para dirigir con acierto algunos ataques (y dar aire a Silvia Domínguez).
El partido se puso en un puño y Vilaró hacia retumbar Würzburg con un triple sobre la bocina de posesión (55-50). En la siguiente jugada, la afición clamaba contra las colegiadas que daban como válida una canasta de Zandalasini cuando la falta era muy anterior. Pepe Vázquez no se lo creía en la banda y la Virtus se ponía a un solo punto con tres minutos por disputarse (55-54).
Peters ponía por delante a las italianas a ochenta segundos para el final (56-58). Vázquez paraba el partido y necesitaba un buen ataque para volver a tener opciones de que Avenida ganase el encuentro. Movió bien el balón el equipo charro y Koné ponía el empate a 58. Pero Peters, en el momento caliente, volvía a anotar de cinco metros. Gil peleó un rebote ofensivo, consiguió la lucha y el balón volvía a ser charro. Quedaban veinticuatro segundo y no había opción al fallo.
Las charras se atascaban en el ataque y las colegiadas señalaban pasos de Leo Rodríguez. El partido se ponía muy feo. Las italianas sacaban rápido y anotaban dos puntos. Ya no había opción de ganar. La derrota deja a Perfumerías Avenida en una posición muy delicada para entrar a las eliminatorias... y en la sexta plaza de grupo momentáneamente.
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