Una de las cosas que más se achacaban a Ramón Calderé era la fragilidad defensiva que transmitía el Salmantino desde su llegada. Una debilidad que no existía con María Hernández y que, parece, Pablo Cortés ha vuelto a recuperar.
Y es que desde que el técnico volviese a coger las riendas del equipo charro, el Salmantino no ha encajado ningún gol. Un bagaje al que hay que sumarle los siete goles que han logrado materializar en estos dos partidos.
Pero es que Pablo Cortés ya demostró gran solidez defensiva al mando del conjunto en su otra etapa, la que fue entre María y Calderé. Por aquel entonces, el Salmantino ganó también los dos partidos que el técnico dirigió, con un registro de tan sólo un gol en contra (el que encajó frente al Burgos Promesas) y cuatro a favor (dos contra los burgaleses y dos en casa del Numancia B).
Así, parece que el entrenador charro dota al equipo de una gran seguridad defensiva que, unido al poderoso ataque blanco, lo convierte en uno de los conjuntos más temibles de toda la categoría.