No es ningún secreto que el club empezó con muchos problemas, algo que confirmó Ricardo Martín: “No teníamos agua, ni impresora, ni internet, ni nada. Varias vences pensamos en dejarlo. Solo nos une que los chicos no dejen de jugar. Lo más difícil era empezar así que no habrá problemas en terminar”.
También recordó la relación con Marcelino Maté, presidente de la Federación de Castilla y León: “Él lo ve de una manera y nosotros de otra. Cuando nos dieron las claves fénix para inscribir al equipo un martes, jugando el sábado, pensábamos que era una venganza. Hubo gente que estuvo varios días sin dormir porque si no llegábamos recibíamos sanción e incluso amenaza de expulsión”.
Sobre la situación económica aseguró que “ninguno de los que estamos aquí hemos cobrado. No habíamos empezado a jugar y ya desembolsamos 20.000 euros en distintos conceptos. Damos las gracias a los padres por la paciencia que han tenido”.