El Balón de Oro es un premio que se entrega al considerado mejor futbolista de un año natural desde 1956. Creado por la revista francesa France Football, ha tenido variaciones a lo largo de su historia, ya que empezaba dándose a jugadores europeos que militaran en clubes de Europa, se abría a deportistas de todo el planeta que estuvieran en equipos del Viejo Continente, pasaba a ser determinado por votos de periodistas, se unía al trofeo que da la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol y, desde 2016, la elección del ganador es tarea de los comunicadores.
Con todos esos condicionantes, el triunfador de 2019 es Lionel Messi, integrante del Fútbol Club Barcelona y de la selección de Argentina, que recogía el título este lunes en París. El argentino atesora seis Balones de Oro (el que más). Sin embargo, nunca ha estado en Salamanca, circunstancia que sí han llevado a cabo otros vencedores del galardón.
El primero en hacerlo era su compatriota Alfredo di Stéfano, conquistador del Balón de Oro en 1957 y 1959, que disputaba un choque benéfico en el estadio Helmántico en mayo de 1970 como integrante del conjunto de Veteranos del Real Madrid Club de Fútbol que se medía a un combinado de Vizcaya. La presencia de la ‘Saeta Rubia’ en tierras charras se repetía debido a que entrenaba a rivales ligueros de la Unión Deportiva Salamanca, concretamente al Valencia Club de Fútbol (temporada 1979-1980) y al mencionado Real Madrid (campañas 1982-1983 y 1983-1984). Tras empatar a uno y a cero en sus dos primeras visitas, Di Stéfano salía victorioso de la tercera (0-1). Posteriormente, el argentino recibía el premio ‘Guijuelo de Oro 2007’ en la villa jamonera y acudía a Ledesma en dos ocasiones para seguir un par de encuentros de los Veteranos del Real Madrid.
Con 50 años de existencia, la Unión Deportiva Salamanca se encontraba en plena madurez en 1973, cuando el portugués Eusebio da Silva y su Benfica se coronaban campeones del Trofeo San Juan Sahagún tras eliminar a la UDS en semifinales por 1-2 e imponerse por idéntico marcador al Anderlecht (había superado al Orense) en la final con doblete de la ‘Pantera Negra’, ganador del Balón de Oro en 1965.
En 1971, 1973 y 1974 era para Johan Cruyff, que el 25 de enero de 1976 y el 6 de noviembre de 1977 se marchaba derrotado del Helmántico tras perder el Fútbol Club Barcelona con la Unión Deportiva Salamanca en Liga por 2-0 y 1-0. Como entrenador regresaba en agosto de 1994, cuando su Barça se llevaba el Trofeo Ciudad de Salamanca al doblegar por 2 a 1 a la UDS y al Club Atlético de Madrid en un triangular disputado en el campo blanquinegro. El de los Países Bajos volvía a él en la lluviosa tarde del 24 de marzo de 1996 para ganar 1-3 en el campeonato liguero de Primera División.
Vencer en Salamanca es tarea pendiente para Allan Simonsen, Balón de Oro en 1977. Con el Barcelona, el danés jugaba dos encuentros de Liga en el término municipal de Villares de la Reina que concluían con el resultado de 1-1 (17 de febrero de 1980) y 2-1 (15 de marzo de 1981).
La primera vez que Cruyff pisaba Salamanca como técnico es la única en la que Hristo Stoichkov hacía lo propio. Jugaba los 45 minutos que componían cada partido del triangular y anotaba el 2-1 definitivo del duelo ante la UDS. El búlgaro levantaba el Balón de Oro al final de ese año, 1994, por lo que, en mayor o menor medida, esta actuación en Salamanca influía en su éxito.
A las órdenes de Cruyff también jugaba en Salamanca Luis Figo. El portugués ha estado en ella como miembro del Barça en 1996, 1998 y 1999. En el estreno, su equipo se imponía a la Unión por 1-3, en la segunda ocasión caía 4-3 y en su última visita ganaba 1-4 con un gol suyo. Un año después, tras fichar en verano por el Real Madrid, obtenía el Balón de Oro.
Sucedía en el palmarés a Vitor Borba, ‘Rivaldo’, compañero en las estancias culés en la capital del Tormes de 1998 y 1999. Dado que luego recibía el Balón de Oro, al brasileño le ocurre lo mismo que a Stoichkov: jugaba en Salamanca en el año en el que accedía al trono de ‘Rey del fútbol’. Quizás, tuviera algo que ver la asistencia que le daba a Sonny Anderson en el 1-4…
Si el camino hacia el Balón de Oro de Stoichkov y Rivaldo pasaba por Salamanca, Ronaldo Nazario peregrinaba a ella con la distinción debajo del brazo. El brasileño, campeón en 1997 y 2002, es el que guarda una vinculación más estrecha con la provincia. ¿La razón? Como vigente ganador, estaba en ella el fin de semana del 8 y 9 de marzo de 2003 para comprar acciones de la Unión Deportiva Salamanca por 30.000 euros.
Lo hacía por mediación de su amigo Juan José Hidalgo, presidente de la entidad, y tras presenciar un Salamanca 0 – Numancia 0 que, según indicaba, era el primer choque de Segunda División al que acudía. “Vengo a ayudar a la Unión”, declaraba con una bufanda del club colgada al cuello para referirse al que ya era ‘su’ club, a pesar de que el que le pagaba era el Real Madrid, del que formaba parte como deportista.
Con el conjunto merengue tenía un problema, pues atravesaba la frontera salmantina con una contractura en el bíceps femoral izquierdo que le hacía ser duda para un partido de Copa de Europa. Las malas lenguas achacaban las dolencias a que jugara al golf en Villamayor o disfrutara de la noche salmantina.
El jugador reconocía haber realizado estas actividades que Salamanca recuerda por vincular al mejor jugador del mundo en ese momento con su principal club de fútbol y por ser la única vez que un Balón de Oro ha estado en ella como tal.
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