El Santa Marta lleva años compitiendo bien en todas las categorías. Una de ellas es benjamín, en la que ya el año pasado fueron al sector regional y en esta temporada también luchan por ello. De momento marchan segundos por detrás de Unionistas, al que tienen a solo tres puntos. Sin embargo, no hay un objetivo concreto en cuanto a resultados más allá de quedar lo más arriba posible. Para ello, se intentará competir en cada partido con espíritu de equipo y con el fondo formativo que debe tener el fútbol base.

Por ello, la verdadera apuesta del conjunto es que jornada a jornada los futbolistas sean cada vez mejores, tanto individual como colectivamente, en un proceso que requiere tiempo. El escaso de esta temporada ya ha servido para mejorar notablemente en todos los aspectos consiguiendo cada día y cada partido ascender un poco en la línea de calidad y compromiso.

Esta valdrá para futuros años ya que en toda la base del Santa Marta, La Academia, se utiliza el mismo estilo de juego, que comúnmente conocen como juego combinativo o juego de toque. En este, el balón es el principal protagonista y para ello los propios entrenadores cuentan con un equipo de metodología que da las bases para conseguir mejorar el rendimiento y aprendizaje de los jugadores.

No hay otro secreto para este crecimiento que el trabajo diario, el esfuerzo realizado por el club y, en especial, por este equipo. Una constancia de años que ya está dando sus frutos, incluso, a nivel regional. Y es que no solo se producen ayudas desde el equipo de metodología a entrenadores sino que entre ellos aportan su granito de arena para crecer al mismo tiempo que sus jugadores.

Estos han conseguido sumar desde septiembre, fecha de inicio de los entrenamientos, una gran capacidad técnica. Se nota que los pequeños futbolistas, asimismo, están ganando en concentración en cada partido para conseguir realizar las acciones más correctas en las jugadas y en desarrollo motor donde los entrenamientos dan sus frutos con jugadores cada vez más rápidos y fuertes.

Pero no solo hay fútbol en el benjamín del Santa Marta. La educación en valores está más que presente con la búsqueda de la formación integral de los chicos donde la persona está por delante del futbolista. La deportividad, el respeto hacia compañeros, árbitros y rivales o el compañerismo son otras señas de identidad del conjunto.

Y es que el fútbol, como deporte de equipo, es una opción excepcional para poder transmitir esos valores que servirán mucho más allá de los límites del San Casto. También se premian otros valores como el esfuerzo realizado durante la semana de cara a los partidos aunque siempre intentando compensar los minutos de juego para que sean lo más equiparables posibles de unos a otros jugadores.

Por supuesto, nunca hay que olvidar que se trata de niños por lo que el fútbol no deja de ser una actividad extraescolar supeditada precisamente a las clases. Por ello, los entrenadores recogen las notas de los futbolistas para asegurar esa formación integral. Una frase de Sergio, uno de los entrenadores de este benjamín, lo resume perfectamente: «Amamos el fútbol, nos divertimos con él y queremos sacar lo mejor de nuestros jugadores». 

La plantilla está formada por Ernesto Pizarro (portero); Rodrigo Mateos y Mateo ?Risu? (defensas); Iván Calvo, Hugo Hernández y Antonio Ferreiro (mediocentros); Álvaro Garrido, Fran Cano, Javi Vega y Alejandro ?Garci? (extremos); Julio Rodríguez y Hugo Redero (delanteros); Sergio Sánchez y Álvaro Hernández (entrenadores) y Guillermo Hernández (delegado).

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