Al descanso, el marcador no se había movido, el dominio fue alterno en un partido poco vistoso. Los segovianos mandaron el esférico y al palo y en el bando charro el protagonismo lo acaparaba su entrenador, que habló demasiado y se marchó a la grada expulsado mientras su equipo era plano.
Tras avisar Michel después del descanso, el Unami fue el que consiguió adelantarse, gol que le supo a poco a los locales, ya que Revilla igualaría pronto la contienda. En el 65, Quino lograba de nuevo el 2-1. El equipo local sabía guardar la victoria y creía sentenciar en el 74, pero Palomi tres minutos después colocaba el 3-2. Apretó el equipo charro pero sin fortuna, llevándose cero puntos de La Albuera.