Lorenzo Santolino ha empezado ya su tercera participación en el rally Dakar. Todavía no ha llegado el día de salir a pista, pero este domingo ha embarcado en un avión rumbo a Jeddah, ‘capital’ de la carrera más dura del mundo, lo que es todo un triunfo dada la situación.
El salmantino ha volado desde Barcelona en un vuelo chárter directo hasta Jeddah, inicio y final de la edición 2021 del rally. En el vuelo, en el que iban buena parte de los pilotos españoles que tienen que tomar la salida el día 2 de enero, es el oficial de la organización y estaba reservado hace meses, pero a la postre ha sido la mejor fórmula para llegar al lugar donde empieza la carrera. El aumento de casos de la pandemia mundial del COVID-19 ha llevado al cierre de muchas fronteras y a la suspensión de muchos vuelos comerciales que desplazaban a participantes, mecánicos y organización hasta Arabia Saudí.
Ya en Jeddah, ahora toca cumplir con los trámites previos, que este año no son pocos. Además de entregar las preceptivas pruebas PCR, hay que empezar a vivir en la ‘burbuja’ en la que se va a celebrar este año la carrera y cumplir con los habituales trámites administrativos con las verificaciones de vehículos (que llegaron por barco hace unos días), equipamiento y licencias.
A partir de ahora, Santolino está bajo las estrictas normas de la ‘burbuja’ del Dakar de estos años. En los últimos días se ha hecho las PCR preceptivas, dos con resultado negativo una semana y dos días antes de partir, para poder acceder a la carrera y ha extremado las precauciones en su entorno para evitar sorpresas desagradables.
Una vez en el campamento, tendrá que autoaislarse y después someterse a una nueva PCR, que tiene que dar negativo para ser finalmente admitido. Después, tendrá que limitar al máximo sus contactos y limitarse a ir de su alojamiento al vivac. Una vez empiece la carrera, este quedará cerrado para visitas.
Antes de empezar la carrera hay que cumplir con las habituales verificaciones técnicas y administrativas. Las motos y el material están en Jeddah hace días, fueron transportadas por barco desde Francia. El equipo las comprobará y luego pasarán las inspecciones para asegurar que se ajustan a las normas. También se verifica la documentación del piloto (licencia) y el equipamiento. Este aspecto se limitaba otros años al casco y el dispositivo que lleva para evitar rotaciones del cuello, pero este año también es obligatorio el chaleco air bag.
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