Un Unionistas 'dormido y sin alma' suma su cuarta derrota seguida a domicilio en Barakaldo
Los charros se fueron 2-0 al descanso, acortaron por medio de Dani García y regala el 3-1 en los segundos finales
Dormidos y sin alma. Ese es el resumen del partido de Unionistas en Barakaldo. Los charros cayeron por 3-1 en un duelo clave por pelear por el playoff. Cuarta derrota consecutiva a domicilio.
El once titular de Llácer estuvo formado por Iván Martínez en portería; Mikel Serrano, Vergés, Ramiro e Imanol en defensa; Iñaki, Chuca, Jonny e Iván Moreno en la medular; y Pablo García y Gorka Santamaría en punta.
Durante la semana se habló mucho de romper el maleficio a domicilio. En menos de tres minutos, Unionistas ya iba por debajo en el marcador. Disparó de Pablo Santiago, Iván Martínez que desvía el balón, este impacta en Ramiro y le cae a Valiño para que haga a placer el 1-0.
Pero, como Unionistas es el único equipo que tropieza dos veces en la misma piedra, el 2-0 fue un calco. El partido estuvo parado unos minutos por falta de luz en Lasesarre. Cuando se reanudó, Imanol evitó el 2-0 del Barakaldo mandando el balón al travesaño y, en ese córner, Artetxe ponía el 2-0. Ridículo.
La primera parte fue de acometidas continuas de un Barakaldo ante un Unionistas que, lejos de su fortaleza en el Reina Sofía, fuera de casa parece un equipo sin alma. Tan solo Iván Moreno era capaz de generar algo de peligro. La única ocasión charra llegó en el descuento, en un clarísimo mano a mano de Pablo García ante Unai Pérez que salvó un zaguero en el área pequeña.
La segunda mitad fue diferente. Llácer metió de inicio a Pascual y Rastrojo y pudo tener el premio del 2-1 pronto. Pero Vergés se topó con el cuerpo de Unai Pérez. La velocidad de Rastrojo metía en problemas al Barakaldo y, con media hora por delante, los salmantinos agotaron los cambios para volcarse hacia la meta rival.
Dani García recortaba diferencias con quince minutos por jugarse con un remate de cabeza. Sin embargo, Unionistas perdió el control y se mostró demasiado nervioso en el último pase.
Imanol Baz, que había evitado el gol local en dos ocasiones en la línea, regaló el tercero. Por entonces, Unionistas estaba con diez por la expulsión de Aitor Pascual. Imanol intentó ceder de pecho a Iván Martínez y Pablo Santiago estuvo más listo para recoger el balón y hacer el 3-1. Palazo. Otro más. Desilusión. Y los de abajo están muy cerca.
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