Visitaba el Guijuelo el estado toledano de Salto del Caballo con la necesidad de puntuar para salir de las posiciones bajas de la tabla. Y a punto estuvieron de lograr la victoria, pero un penalti en el último minuto les dejaba con la miel en los labios.
Pero el Toledo salía con ganas de brindarle la primera victoria de la temporada a su afición, y rápidamente se hacían con el dominio absoluto del partido. Los de Fabregat aguantaban replegados atrás, pero el conjunto dirigido por Onésimo no daba ninguna opción de salir a la contra.
Álvaro Antón era el que más lo intentaba. Su conexión con Figueroa era un quebradero de cabeza constante para la defensa chacinera, pero los toledanos erraban sus tiros y Kike detenía los que iban a puerta.
Los visitantes intentaban soltarse, y los desmarques de Pino eran una de las pocas vías de escape que poseían los pupilos de Fabregat. Pese a ello, el Guijuelo no era capaz de combinar, perdiendo el balón rápidamente y estando a merced del Toledo, que tampoco lograba concretar sus ocasiones.
Cerca de llegar al descanso, los locales disfrutaron de sus mejores minutos, pero Kike en dos ocasiones lograba detener los intentos de Canario, que se desesperaba. Y los chacineros también lo intentaban, por mediación de Pino, pero su remate se estrellaba en el larguero.
Tras la reanudación, el Guijuelo salió con otra dinámica, dispuesto a llegar más. Pero nuevamente aparecía la figura de Álvaro Antón, que tomaba las riendas del encuentro y volvía a volcar el juego sobre campo chacinero, si bien ninguna de las llegadas lograba inquietar a Kike.
Introducía cambios Fabregat, buscando alguna opción en ataque, casi inexistentes hasta el momento. Luque saltaba al terreno de juego por Cifo, y a los pocos minutos dirigía un contrataque que no logró culminar de manera correcta.
Y cuando más estaba atacando el Toledo, llegaba el gol visitante. En otra contra, Pino pisaba área y cedía el balón a Diego Suárez, que no fallaba y empujaba el balón al fondo de las mallas para hacer el 0-1.
Hacía Onésimo cambios muy ofensivos para lograr el empate, pero los chacineros comenzaban a encontrarse cómodos, bien replegados y buscando salir rápidamente. Carlos Esteve estaba a punto de dar un susto a los visitantes, pero su disparo se marchaba desviado.
En los últimos minutos, los nervios locales hicieron mella, ya que Álvaro Antón nuevamente tenía en sus botas dos ocasiones claras, pero ambas terminaban sin la intervención de Kike.
Todo parecía que iba a acabar con la primera victoria del Guijuelo, pero Jonathan derribaba en el área a Figueroa. El árbitro señalaba penalti, y el mejor jugador local, Álvaro Antón, no fallaba y hacía el empate a 1.
Un empate que sabe a poco a los de Onésimo, pero que es muy valioso para los de Fabregat, que por fin han visto puerta y consiguen puntuar.
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