VÍDEO | Del RS Monterrey – Unionistas en barro, a jugar contra el FC Barcelona nueve años después

El Reina Sofía dejó unas imágenes históricas en el duelo entre ambos conjuntos en Provincial de Aficionados y ahora albergará el choque entre el equipo blanquinegro y blaugrana

RS Monterrey 2-3 Unionistas, fecha 14-12-2014

Nueve años dan para mucho. Que se lo digan a Unionistas. El 14 de diciembre de 2014, el club blanquinegro jugaba por primera vez en el Reina Sofía. Lo hacía como visitante y en mitad de un barrizal ante el Real Salamanca Monterrey. La única grada antigua, denominada actualmente la Grada Monterrey, estaba completamente a rebosar y partido a la mitad por aficionados del equipo amarillo y del equipo blanquinegro.

Solo nueve años después, en una instalación muy mejorada a la que había y con aforo para seis mil aficionados, Unionistas (como local) recibirá la visita del Fútbol Club Barcelona. Un reflejo claro y puro del crecimiento de la entidad dirigida por Roberto Pescador.

SALAMANCA24HORAS estuvo presente aquel 14 de diciembre de 2014 en el Reina Sofía y ahora recoge los testimonios de algunos de los protagonistas de dicho partido que está guardado en la memoria de los ‘pata negra’ del club salmantino.

El técnico Jorge González Rojo ‘Astu’ tuvo que ver el partido desde un lateral al estar sancionado y a los blanquinegros les dirigió Pablo Hernández. "Creo que fue el partido más complicado de la temporada por cómo estaba el campo, apenas se podía jugar y nuestro plan de partido no servía para nada, hubo que recurrir a un perfil de partido de la categoría. Éramos dominadores y protagonistas con balón pero ese día dieron un paso adelante y fue la clave para asegurarnos el ascenso. Luego logré varios ascensos pero ese partido en el Reina Sofía tuvo muchas idas y vueltas. Quizá este partido y la derrota en Xátiva, son los dos momentos que marcan el club. Creo que este partido se sintió un sentimientos de mucha pertenencia en Unionistas", recuerda con cariño Astu.

En el banquillo estuvo Pablo Hernández, que disfrutó mucho de la experiencia: "Estaba Astu expulsado y me tocó dirigir desde el banquillo. Fue un partido de barro, de tierra y un campo mítico en la ciudad. Tú estabas allí y seguro que también recuerdas muchas cosas. Con el tiempo cogió mucha más épica porque fue el partido en el que empezó a ser imparable Unionistas. Fíjate ahora nueve años después. En el tramo final tuvimos que trabajar todos muchos, empujados por la afición detrás desde la grada y recuerdo que el balón se quedaba en los charcos, con Chamorro protegiendo el balón, con Jaime y Diego García compitiendo como bestias".

Unionistas formó con Dani Martín como portero; Diego García, Wiki, Jaime García y Antonio Paz en la defensa; Chamorro, Lolo, Albertín y Manu González en la medular; y Nacho Sánchez con Adri Sánchez en ataque. "¿Quién lo va a olvidar? A mí el partido me gustaba mucho porque yo era un jugador de brega, lucha y cuerpo a cuerpo. Estaba el campo completamente embarrado y nosotros nos acoplamos bien al partido. Fue el partido decisivo esa temporada porque nos unimos grada y afición muchísimo. Y fíjate dónde está Unionistas nueve años después...", reconoce el central Jaime García.

También estuvo presente en ese partido Dani Chamorro: "Nos pusimos por debajo dos veces y remontamos. Recuerdo que disfruté mucho en el terreno de juego porque estaba embarrado y a mí me gusta ir a todos los duelos. La afición estuvo de diez. Fui el último superviviente de esa generación y me hace mucha ilusión recordarlo. ¡Cómo ha cambiado el Reina Sofía y cómo ha cambiado Unionistas en estos nueve años! Lo que nunca ha perdido Unionistas en la ilusión de la gente que trabaja en el día a día y en no dejar de creer en su proyecto. Mi sensación es que con un poco más de apoyo institucional, estaría muy cerca de la Segunda División".

El primero en golpear fue el Real Salamanca Monterrey. Balón al espacio, Joni Blanco que pudo correr en mitad del fango y soltar un disparo que acabó dentro de la red visitante. Cinco minutos de partido y los amarillos ya iban por delante (1-0). Pasado el cuarto de hora respondió Unionistas con un gol de penalti de Nacho Sánchez tras la caída de Albertín dentro del área. "Lo que más recuerdo es que estaba con fiebre ese partido. Encima ese día estaba todo embarrado, llovía y la verdad que fue una guerra. Nosotros nos jugábamos mucho y sí me acuerdo de la acción del penalti. Nos iban ganando 1-0, controlo, intento irme por fuera y la verdad es que busqué el penalti porque sabía que me iban a tocar. Fue muy claro. Lo metió Nacho. El duelo fue muy épico porque ganamos 2-3, con muchísima gente en la grada y creo que fue el partido que más marca de la temporada", explica Albertín, actualmente en La Bañeza.

En la segunda mitad, el RS Monterrey volvió a ponerse por delante. Josito Herrero, muy atento, entendió que el balón se frenaba en la salida del portero y lo aprovechó para superarle y establecer en 2-1 en el tanteador. Los cambios le sentaron bien a Unionistas y la entrada de Sergio Alba y Marcos Merino espoleó a los unionistas. Diego García igualaba en el minuto 62 y, diez minutos después, Nacho Sánchez recibía el balón desde la derecha, controlaba y batía a Alvarito para voltear el duelo y celebrarlo con la grada.

"Tengo muchas emociones de ese partido. Fue un partido muy complicado y tuvimos que pelear muchísimo. A mí me gustaba mucho porque era batalla, barro e ir a muerte. Ellos estuvieron muy bien. El 2-2 llega porque siempre estoy un poco a la caza en el balón parado, quedo muerte y empujarla. Recuerdo la celebración yendo a la gente y abrazándonos. Es una emoción tremenda", incide Diego García respecto el 2-2.

El protagonista del partido fue Nacho Sánchez con su doblete y, sobre todo, con el tanto decisivo. Y así lo recuerda en SALAMANCA24HORAS: “Me acuerdo muchísimo de esa tarde. Marqué el 1-1 de penalti, me anularon otro y marqué el decisivo. Recuerdo que chuté mal en el 2-3, veo que la pelota entra y me voy corriendo a la grada como un loco a abrazarme con mi amigo Chuchi. Fue el inicio de Unionistas. No ha pasado tanto tiempo. Pero mira qué locura, hemos pasado de jugar en Provincial a jugar contra el Barcelona en muy poco tiempo. Hay que recordar de dónde se viene, del barro, y ahora jugando con los mejores equipos de España como el Madrid o el Barcelona. En Unionistas me hicieron sentir un jugador muy importante y todos éramos jugadores muy buenos y bajamos de categoría por el proyecto. Nos hicieron sentir futbolistas de verdad a pesar de estar en Provincial”.

En el tramo final, Unionistas se protegió con la entrada de Hernan y Rubi al campo y acabó con diez por la expulsión del capitán Antonio Paz, que llegó a mandar una chilena al larguero. "Yo la ví dentro. Y cuando veo vuestro vídeo, todavía pienso que va a entrar. Fue el partido más importante del año y tuvimos un sentimiento especial. La grada estaba llena y el campo más complicado porque era un campo de tierra y barro. Me expulsaron por doble amarilla, que fue muy rara porque me agarraron, pero recuerdo ir a la grada y oír cómo coreaban mi nombre. Sufrí mucho en los minutos finales desde fuera", incide el por entonces capitán del equipo Antonio Paz.

Su compañero Manu González actuó como centrocampista ese encuentro y no dejó de pelear: "Jugué de mediocentro con Chamorro y el campo estaba impracticable. Fue muy igualado y Nacho Sánchez metió al final y se desató la locura. Fue un partido de barro, se quedaba el balón en todos los charcos, había que levantarlo al aire para poder dar un pase y lo disfrutamos mucho con la gente. Es el partido que más recuerdo con Unionistas porque nunca había jugado en ese estado y mira que antes había muchos campos de tierra. Fue increíble".

Fue una de las primeras gestas de Unionistas y también una de las más recordadas por los primeros socios del club blanquinegro. Una tarde de unión entre los ‘dueños’ del club que todavía cobra más valor de lo conseguido por Unionistas en sus diez años de fundación.  "Un punto de inflexión grande y memorable. Hablo de memoria porque creo que llegamos al campo del Monterrey sin ser líderes y creo que ellos sí iban primeros. Teníamos todos mucho respeto al partido del RS Monterrey porque el campo era de tierra. Comí en el Guinaldo y solo deseaba que no lloviese. Y llovió. Llovió mucho. El partido se puso muy complicado. Recuerdo el camino del Guinaldo al campo diluviando y la entrada en el campo, diez minutos antes, y estaba la grada llena. Viví el partido entre los aficionados muy emocionado. Fue el auténtico partido de barro de Unionistas", concluye el entonces presidente Javier Tejedor.

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