Bermúdez de Castro (PP): “La respuesta a tanta radicalidad no puede estar en el otro extremo”

El candidato del Partido Popular al Congreso de los Diputados por Salamanca asegura que las líneas rojas para posibles pactos son la "España constitucional y la Ley", apuntando que su formación sale a por la mayoría absoluta sin creerse las encuestas 

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Recién estrenada la campaña electoral y habiéndose presentado las líneas maestras de los programas, ¿qué sensaciones hay para estos quince días?

Desde hace seis meses estamos recorriendo la provincia explicando qué es lo que ha ocurrido en España desde la llegada de Pedro Sánchez. Hay otros de los que aún no se conoce ni a los candidatos ni sus programas.

Parece que en España, también en Salamanca, las encuestas no tienen claro cuál puede ser la proporción de escaños. ¿Se antoja la campaña más importante que nunca?

Sí, pero por lo que España se juega, que es su futuro político y económico. Hablamos de dos modelos de gestión: uno que nos llevó a la crisis y otro que colocó a España en la senda de la recuperación y del empleo. Pedro Sánchez está reproduciendo lo que hizo Zapatero, que es gastar más y subir los impuestos. Eso constituye la semilla perfecta para volver a la crisis.

¿Cuáles son los puntos fuertes del PP en esta campaña?

Que siempre que gobierna el Partido Popular la economía funciona y se crea empleo. Eso es la mejor garantía para las pensiones, para que haya recursos económicos, para que mejore la sanidad y para que mejore la dependencia. El PP es una garantía de que las inversiones llegan a Salamanca. En estos últimos meses se están ralentizando esas inversiones para que se las lleven a otros territorios. Han pretendido incrementar en casi un 70 por ciento las inversiones a Cataluña.

La vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, apuntó que el PSOE utiliza temas como el aborto, el feminismo o Franco para tapar otros más importantes. ¿Lo considera así?

Algunos quieren recuperar la España de los bandos. Nosotros queremos recuperar la España de la concordia, aquella que fue capaz de superar un enfrentamiento estéril. Esa España ha sido la mejor etapa de nuestra historia en lo que respecta a la convivencia. Quedémonos con lo bueno, miremos al frente y olvidémonos del pasado.

Pablo Casado apuntó en Salamanca la pasada semana que otros partidos no iban a marcar la línea del PP en esta campaña. ¿También usted lo piensa?

Tenemos muy claro qué es lo que queremos ofrecer. Presentamos un programa con 500 medidas que pretenden mejorar las condiciones de vida de las personas. Eso es lo que hace el PP, mejorar la vida de la gente y buscar políticas que se centren en el empleo y en el bienestar. A otros les gusta embarrar el terreno, buscar la descalificación o mantenerse en el poder. No queremos ganar las elecciones por el poder, sino para gobernar y para seguir construyendo la España de las oportunidades.

La política social está ganando enteros durante los últimos años. Quizá su partido no se centre demasiado en temas como el feminismo o los derechos del colectivo LGTBI. ¿Se le pueden estar escapando por ahí votos al PP?

Defendemos la igualdad de derechos y oportunidades de las personas. Algunos hablan de feminismo, pero se olvidan que el PP recuperó todo el empleo femenino que destruyó el PSOE. También fue el PP quien redujo en unos cuatro puntos la brecha entre hombres y mujeres. Castilla y León es líder en políticas de dependencia en España. Tenemos un 9,3 en valoración de dependencia y no existe lista de espera en dependientes de grado uno. En Educación, el Informe Pisa dice que somos la mejor región de España en lectura y ciencia y en matemáticas la segunda. El consejero de Educación de la Junta, Fernando Rey, dice que si Castilla y León fuese un país tendría la séptima mejor educación del Mundo. El barómetro que mide la satisfacción de la atención primaria, en atención especializada, en urgencias o en consulta se sitúa en buena o muy buena por encima del 85 por ciento. En cuanto a las pensiones, frente a otros países que tuvieron que ser rescatados por la mala gestión de sus partidos, donde se redujeron las pensiones en un 20 o 30 por ciento, el PP, cuando recibió de los socialistas una España al borde del rescate, afrontó con valentía las medidas que España necesitaba. En 2018 se subieron las pensiones un 1,6 por ciento, un tres por ciento las mínimas y las de viudedad un 15 por ciento en dos años, en 2018 y 2019. Además, establecimos en los presupuestos que todavía están en vigor que este año se volverían a subir. Ni en políticas en favor de la mujer ni en el resto de políticas sociales la izquierda nos puede dar lecciones, y mucho menos en Castilla y León.

¿Va a aplicar Pablo Casado el artículo 155 si es presidente del Gobierno?

Sí, lo hemos dicho. España es un Estado de derecho. No se puede usar una comunidad autónoma para ir contra el orden constitucional. Es evidente que el desafío secesionista por parte de Torra continúa. Se ven algaradas en las calles de Cataluña a través de los llamados Comités de Defensa de la República, que justifican la violencia para alcanzar objetivos políticos. No hay neutralidad en las instituciones. Se usan símbolos contra el Estado y el Gobierno mira para otro lado. Nosotros ofrecimos a Pedro Sánchez el pasado año la mayoría absoluta que tenemos en el Senado para defender la Constitución y lamentablemente ha mirado para otro lado porque ha preferido pagar hipotecas para mantenerse en el poder.

¿Esto puede influir en el juicio del ‘procés’?

Los que han sido procesados lo fueron porque el Fiscal General del Estado, como consecuencia de los hechos que acontecieron en el Parlament y la Generalitat, consideró que pudieron cometer un delito muy grave contra las instituciones del Estado. Pedro Sánchez, tras decir que veía claro la rebelión, dio instrucciones a la Abogacía General del Estado para retirar esa acusación y reducirla a sedición. Nosotros confiamos en la justicia y en el Tribunal Supremo. No quiero expresar mi deseo por respeto a la independencia de la justicia, aunque sí digo que si la sentencia es condenatoria, esperemos que haya un gobierno del PP para evitar que los golpistas sean indultados.

¿Teme un indulto?

El Partido Socialista, frente a nuestra propuesta de que se incluyese en la Ley la prohibición de indultos para los condenados por rebelión y sedición, siempre ha estado buscando excusas para no tener que mojarse. Nos tememos que eso pueda volver a ocurrir.

¿Qué opinión le merece que Pedro Sánchez pueda pactar con Bildu?

Ya lo ha hecho. El PSOE ha pactado con esa formación en el Parlamento vasco la Ley de Abusos Policiales, con un parlamentario de Bildu que llamó nazis a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. Respecto a la convalidación de los Reales Decretos, Bildu ha participado en esas convalidaciones a cambio de posibles transferencias al País Vasco.

El candidato del PP al Congreso por Gipuzkoa, Íñigo Arcauz, calificó de “un poco exageradas” las palabras de Pablo Casado, que dijo que “Pedro Sánchez tiene las manos manchadas de sangre”. ¿Comparte esa crítica?

Bildu es un grupo político heredero del brazo político de ETA, que fue Batasuna. Yo tuve el honor, quizá el mayor de mi vida política, de iniciar el proceso de ilegalización de esa formación, en 2002 tras el atentado de Santa Pola. Sé del sufrimiento de muchos de mis compañeros y de una gran parte de la sociedad vasca y española. La sociedad española no puede olvidar el reguero de víctimas inocentes que a su paso dejó ETA. Esas imágenes que hemos visto las pasadas navidades de la presidenta del PSOE en Euskadi brindando con Otegui o expresiones como las de algún socialista histórico diciendo que es una persona de paz cuando jamás ha pedido perdón por los asesinatos de ETA merecen que jamás se pueda priorizar negociar con esa fuerza política.

¿Ha dado el PP un giro importante a la derecha?

El PP está donde está. Una cosa es que se enfatice más en función de las circunstancias. Nosotros hemos tenido que afrontar una crisis muy profunda. Teníamos que priorizar la economía porque estaba en riesgo la soberanía económica, porque de ser intervenidos como en Portugal o en Grecia nos habrían impuestos las directrices desde la Comisión Europea. No pudimos aplicar solo nuestras políticas. En la última legislatura teníamos 134 escaños y para alcanzar medidas teníamos que pactar con al menos siete formaciones. En algún momento ha podido parecer un poco desdibujado porque para alcanzar un consenso hay que ceder en algo.

¿Qué diferencias hay entre el PP y Vox y Ciudadanos?

Creemos en la España constitucional, que es una historia de éxito y que nos ha permitido los mejores años de libertad de nuestra historia. La respuesta a tanta radicalidad no puede estar en el otro extremo. La alternativa a los extremos es la moderación que representa el PP. Si uno repasa la historia sabe que cuando los protagonistas han sido los extremos nunca ha habido consenso. Respecto a Ciudadanos, la pasada legislatura finalizó porque conspiraron con el PSOE para terminar la legislatura, algo que dijo Pedro Sánchez en el debate de la moción. No sabemos cuáles son las políticas de Rivera porque cambia de dirección en función de cómo sople el viento. Ahora promete que no va a votar a Pedro Sánchez, pero hace tres años ya lo hizo. En la provincia, en Ciudad Rodrigo, Ciudadanos es el que está sosteniendo un gobierno de Podemos y del PSOE. Si los españoles quieren que gobierne el PP, deben votar al PP, y si no quieren que gobierne Sánchez, también. Si votan en verde puede ocurrir que ese voto no sea rentable, lo que debilitará al PP, y si votan a Ciudadanos pensando que no van a alzar a Pedro Sánchez al poder pueden encontrarse con una sorpresa.

Sin embargo, lo más probable para que gobierne la derecha es un pacto como en Andalucía...

Nosotros salimos a ganar y vamos a intentar lograr la mayoría absoluta. No nos creemos las encuestas. La historia demuestra que las encuestas no suelen acertar. En Andalucía, especialmente el CIS, daba una mayoría holgada al PSOE junto a Podemos. Los dueños de la democracia son los españoles, que deciden con su voto. En función de los números se verá si hay que pactar o no. Durante muchos años se ha dicho que el PP no sabía negociar, y en muchas medidas hemos tenido que dialogar hasta con seis fuerzas políticas.

¿Qué líneas rojas hay en esos pactos?

La España constitucional y la Ley.


¿Qué piensa cuando el candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, dice que no va a pactar con Vox?

La política se mide por los hechos, no por discursos. En Andalucía, Vox nos presentó una serie de medidas que superaban la España constitucional, y dijimos que no. Después, se pudo conformar un gobierno de centro-derecha allí. Lo que no vamos a aceptar nunca es que el PSOE tenga derecho a negociar con todas las fuerzas políticas que tenga a su izquierda y el PP no lo tenga para hacerlo con los partidos que tenga a su derecha. Eso no tiene sentido siempre y cuando se acepten los principios democráticos.

En esta campaña, ¿qué espera del resto de partidos?

Nosotros vamos a hacer una campaña en positivo. Hay quienes apuestan por el campo y hay quienes no lo hacen. Hay quienes apuestan por la Diputaciones y quienes quieren suprimirlas. Somos el valor seguro para Salamanca. Frente a la cultura del enfrentamiento, defendemos el proyecto de vida en común que representa la España constitucional.  

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