La jornada comenzaba puntual con el tradicional chupinazo, que a las 11:00 horas daba la señal de inicio
En un primer pase, fueron conducidos dos astados hasta la plaza, donde quedaron encerrados sin mayores complicaciones.
Tras ello, los cabestros repitieron recorrido para guiar a otros dos toros en un segundo pase, igualmente resuelto con éxito y sin incidentes.
La mañana, marcada por un cielo nublado pero sin lluvias, acompañó a vecinos y visitantes que no quisieron perderse este espectáculo de tradición y emoción