​Los 26 salmantinos asesinados por ETA

La mayor parte de los asesinados eran guardias civiles, aunque los terroristas también mataron a un electricista, un cocinero o un enterrador

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En sus cincuenta años de crímenes terroristas, extorsiones y secuestros; la banda terrorista ETA asesinó a un total de 856 personas, de las que 26 eran salmantinas. La mayor parte de los asesinados eran guardias civiles destinados en el País Vasco y Navarra, 16, pero en la lista aparecen también cuatro agentes de policía, el dueño de un bar, un electricista, un cocinero y hasta un enterrador. Salamanca24horas repasa este domingo algunas de sus historias.

Los dos primeros salmantinos fallecidos en atentado terrorista fueron los agentes de la Benemérita Luis Santos Hernández (52 años) y Argimiro García Estévez (50 años). Ambos fueron asesinados en Mondragón, el 17 de diciembre de 1974, ametrallados al salir de un bar, poco después de haber acabado su patrulla. Uno de los etarras que llevó a cabo el atentado fue el histórico Francisco Múgica Garmendia, Pakito, jefe militar de la organización terrorista hasta la caída de la cúpula de ETA en Bidart en 1992.

El 14 de mayo de 1975, ETA mató al teniente Domingo Sánchez Muñoz (48 años) cuando el agente de la Guardia Civil procedía a realizar un registro en una vivienda de Guernica en la que un matrimonio guarecía a dos terroristas. Ángel Pacheco Pata, guardia civil de sólo 20 años y natural de Ciudad Rodrigo, murió tiroteado en un control de carretera en Marquina (Vizcaya), el 9 de octubre de 1978. El 4 de febrero de 1979 cayó la quinta víctima salmantina, Esteban Sáez Gómez (33 años), muerto seis días después de ser herido gravemente en un atentado con bomba que ETA cometió contra un convoy del Instituto Armado en Tolosa (Guipúzcoa).

La sexta víctima fue, el 23 de febrero de 1979, Benito Arroyo Gutiérrez (41 años), también agente de la Guardia Civil, ametrallado en su vehículo cuando acudía a su puesto de trabajo en la casa cuartel de Deba (Guipúzcoa). Benito llevaba 20 años en el País Vasco y estaba tan integrado que su mujer era una maestra de ikastola y él hablaba perfectamente el euskera.

La primera víctima que no era agente de los Cuerpos de Seguridad fue Pedro Fernández Serrano (35 años), propietario de una cafetería de Pamplona muy próxima a la Jefatura Superior de Policía y que era frecuentada por policías y guardias civiles. Pedro, que murió por la explosión de una bomba, era la única persona que se encontraba en el negocio aquel 5 de abril de 1979. Ya había sido amenazado en repetidas ocasiones por ETA por atender a la clientela de su local.

El 79 fue un año especialmente duro, porque también fueron asesinados los salmantinos Agustín Laso Corral (60 años), coronel del Ejército, en Madrid —en un atentado por el que fue condenado el etarra Henry Parot—, Manuel Pérez Comerón (41 años), agente de la Guardia Civil caído en Cantabria en un atentado que nunca ha podido ser esclarecido; y Ángel García Pérez (20 años), muerto a tiros en un bar de Azpeitia (Guipúzcoa) que, pese a estar lleno en ese momento, nadie quiso colaborar con la investigación para dar con los asesinos.

Acribillado por fabricar ataúdes

En su enajenación terrorista, ETA mató el 25 de febrero de 1980 al sepulturero del cementerio de Vergara (Guipúzcoa), sentenciado a muerte por los asesinos por ser “un chivato”. Concretamente, ETA le acusó de no negarse a fabricar los ataúdes en los que se enterraba a los guardias civiles. El sepulturero era Luis Domínguez Jiménez (39 años), natural de Cantaracillo, que dejó huérfanos a cinco hijos.

Sebastián Arroyo González (53 años) y guardia civil retirado, fue ametrallado en Alsasua (Navarra) el 9 de enero de 1980 cuando se dirigía a su trabajo en una fábrica de guantes. El 8 de abril de 1981, el artificiero de la Policía Vicente Sánchez Vicente (32 años) moría asesinado de varios disparos instantes después de que hubiera dejado a su hija de 4 años en el colegio en Baracaldo (Vizcaya).

Manuel Hernández Seisdedos (34 años) tenía una armería que a su vez era tienda de deportes en Guecho (Vizcaya). Sus dos hijas pequeñas, de 7 y 5 años, presenciaron cómo los terroristas le pegaban un tiro a bocajarro en la trastienda de su negocio. Era el 28 de noviembre de 1981 y su crimen fue venderle munición en su tienda a los agentes de la Policía de la localidad. Gregorio Hernández Corchete (27 años) era calderero y murió el 15 de octubre de 1982 cuando salía de la casa cuartel de Leiza (Navarra) tras legalizar una escopeta que había comprado esa misma tarde. La víctima quedó en la trayectoria de las balas cuando los etarras disparaban contra el cuartel.

El electricista Juan Sánchez Sierro (39 años) fue secuestrado cuando paseaba a su perro el 8 de noviembre de 1984 en Cestona (Guipúzcoa). Los terroristas se llevaron también a la mascota. Cuando fue encontrado el cuerpo sin vida de Juan, los sanitarios localizaron al perro guardando el cadáver de su amo, lamiéndole el rostro ensangrentado. En el 84 también murió tiroteado Antonio Velasco Benito (39 años), guardia civil que vigilaba la Audiencia Territorial de Bilbao; y un año después, el 18 de junio de 1985, Eugenio Recio García (51 años), de un tiro en la nuca.

El joven bejarano Juan Carlos González Rentero (21 años) fue asesinado el 25 de abril de 1986 en la capital de España, víctima de un brutal atentado con coche bomba perpetrado por el Comando Madrid en el que fallecieron otros cuatro guardias civiles.

En 2001, la banda terrorista mató en San Sebastián al cocinero salmantino Ramón Díaz García (51 años), que trabajaba en la Comandancia de Marina, por una bomba adosada en su coche. Ramón era un hombre muy conocido en el barrio de Loyola y, curiosamente, le había salvado la vida a otra víctima de atentado, Ignacio Lago, aplicándole un torniquete en la pierna evitando que se desangrase. La lista la cierran Elías García González (21 años), Julio César Sánchez Rodríguez (31 años), Cristóbal Martínez Luengo (50 años), Antonio Fernández Álvarez (35 años), Pedro Domínguez Pérez (45 años), José María Sánchez García (34 años) y Justo Oreja Pedraza (62 años). 

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