La pandemia de la COVID-19 ha cambiado el mundo para siempre y, como resultado, ha surgido un nuevo paradigma económico y laboral. Conscientes de ello, en mayo de 2020 el Grupo Adecco, líder mundial en la gestión de recursos humanos, lanzó un estudio de mercado en 8 países para proporcionar información sobre las actitudes, comportamientos y perspectivas de los trabajadores sobre el futuro del trabajo.
El estudio se ha realizado gracias a una encuesta a empleados de 18 a 60 años con contratos de al menos 20 horas semanales. El trabajo de campo se realizó entre el 13 de mayo y el 4 de junio de este año 2021 con una muestra total de 14.800 trabajadores.
En palabras de Íker Barricat, director general de Adecco España: “Cada vez es más evidente que no volveremos a la oficina de la misma manera que conocíamos y que el futuro del trabajo es flexible. La pandemia ha acelerado las tendencias existentes hasta el punto de que no se pueden ignorar, y el éxito futuro depende de que las personas nos adaptemos a ellas”.
Uno de los aspectos clave a contemplar por parte de las organizaciones en la era postpandémica es el fin del horario laboral de 9:00 h a 18:00 h. El seguimiento de los resultados, no de las horas, surge como la nueva forma más efectiva de medir la productividad.
Antes de la COVID-19, la conversación sobre la jornada laboral de 4 días y el fin de las 8 horas diarias o 40 semanales ya estaba sobre la mesa. Las consecuencias de la pandemia hacen factible la implantación de unos horarios flexibles y tanto empresas como empleados son conscientes de las ventajas que puede traer consigo este tipo de reorganización del trabajo. La flexibilidad es el nuevo estándar en la vida laboral y los trabajadores no quieren renunciar a ella.
Mantener la flexibilidad y la autonomía sobre sus propios horarios es clave para los trabajadores, ahora y en el futuro. En España, el 60% de los profesionales que han teletrabajado han mantenido la flexibilidad y el control sobre su horario durante la pandemia.
De cara al futuro, el 80% de los profesionales nacionales quiere mantener la flexibilidad sobre su propio horario. Los empleados también reclaman una semana laboral más corta. La desconexión entre las horas trabajadas y las que se entienden necesarias es evidente en todo el mundo. El 74% de los profesionales españoles y el 63% a nivel mundial trabaja más de 40 horas a la semana, y más de la mitad de ellos (58% en España; 57% a nivel global) afirma que podría hacer el mismo trabajo en menos de 40 horas.
Los japoneses son los que más trabajan (el 86% lo hace más de 40 horas a la semana), y solo el 38% asegura que podría hacerlo en menos de 40 horas. En el lado contrario se encuentra Australia, donde únicamente el 46% de los profesionales trabaja más de 40 horas semanales y el 70% dice que podría hacer la misma tarea en menos de 40 horas.
Hay que añadir que el 77% de los trabajadores en España afirma que los contratos deben centrarse más en satisfacer las necesidades del puesto y menos en el número de horas trabajadas.
Desde el estallido de la crisis de la COVID-19 en el mundo entero, la mayoría de las empresas se han visto forzadas a implantar el teletrabajo. Esta situación ha supuesto un antes y un después, y ahora mismo, el trabajo en remoto ha pasado a ser la primera opción tanto para empleados como para empresas. El mundo ya ha establecido un modelo de trabajo híbrido.
Si bien es cierto que el trabajo a distancia ha tenido múltiples beneficios, como por ejemplo la conciliación, la realidad es que también ha puesto en duda la productividad de los empleados y el grado de digitalización de las empresas. La productividad ha pasado la prueba y, desde el año pasado, muchos aspectos han mejorado para los trabajadores, en particular sus habilidades digitales.