Según ha informado Aspes a través de un comunicado, dicha encuesta surge para "dar voz" a los profesionales de la enseñanza "ante la evidencia de que como viene siendo habitual" los docentes han sufrido "injustamente muchas críticas por culpa de la inoperancia de las administraciones educativas".
Hasta el momento, y con la participación todavía abierta en su web, www.aspescl.com, un 91,5 por ciento de los profesores declara que, desde la implantación del decreto del estado de alarma, dedican entre dos y cuatro horas más al día.
Al hilo de esto, Aspes ha recordado que el trabajo de un Profesor del Cuerpo de Enseñanza Secundaria y Bachillerato se extiende a 37,5 horas semanales y que imparte clase, por término medio, en 4 niveles distintos con una media de 175 alumnos a su cargo.
También destaca que el 87,3 por ciento de los encuestados indica que se han sentido "estresados o agobiados" por el cambio a la enseñanza online.
Excesiva carga de trabajo
A la hora de explicar posibles motivos que dan lugar a esta situación, un 90 por ciento de los encuestados aduce excesiva carga de trabajo; un 87,7 alega falta de respaldo por parte de las administraciones educativas y un 59,4 lo atribuye a las dificultades en el manejo y acceso a las herramientas y aplicaciones de comunicación.
Por otro lado, el 90 por ciento de los docentes, prácticamente la totalidad del colectivo, manifiesta que se está comunicando con sus alumnos a través de las distintas plataformas de trabajo online y utilizando herramientas colaborativas como Teams, Moodle, Skype o Zoom.
Además, seis de cada diez profesionales se han visto obligados a invertir dinero en la adquisición de equipos informáticos o en la ampliación de tarifas de internet, además de aportar medios personales para poder llevar a cabo su acción docente de manera telemática, ante lo que Aspes pone en valor "el gran sacrificio que este colectivo está llevando a cabo para que no se resienta la formación de los alumnos".
Por último, más del 50 por ciento de los profesores muestra preocupación por los riesgos de la vuelta a la enseñanza presencial y el 91,2 de los encuestados se muestra a favor de una reducción drástica del número de alumnos por aula para minimizar dichos riesgos y garantizar la seguridad de todo el colectivo educativo.