Actividades durante la semana por el Día Contra la Violencia de Género

Cuando veo estas cosas, como hombre, me siento con dos emociones encontradas: la primera: asco y repulsa contra todo tipo de injusticia y violencia ; la segunda: asco y repulsa contra el engaño al que insistimos en someternos, como si la violencia fuese algo que solo sufren mujeres y hombres, y en este sentido, y en este autoengaño: participamos todos: desde ciudadanos, hasta medios, y políticos.<br/><br/>La violencia siempre existió, no es algo exclusivo del hombre, las mujeres también cometen crímenes, también cometen violencia, también matan hijos, también hacen acusaciones infundadas a sus maridos y ocasionan demandas de divorcio infundadas para aprovecharse de distintos intereses. Se le da muy poco eco a estas realidades, se habla muy poco de esto: pero son realidades, igual que lo son montones y montones de padres que luchan a diario por su custodia, y lo tienen bien crudo, sencillamente , porque su antigua pareja es mujer, aunque se reconozca que son más ideales para sus vástagos que ella.<br/><br/>No nos engañemos: ningún sexo es débil a la hora de cometer un delito. El puñal manejado por una mujer a la espalda de su marido, es tan eficaz como el de un hombre a la espalda de su esposa.<br/><br/>Desnudos ante la engañifa qué nos queda: eficacia , pero de quién , de quiénes: de quiénes formulan las leyes, de quiénes velan por la justicia, de quiénes obedecen y hacen cumplir las leyes judiciales; y acabando por la cultura y el civismo. Algo , desde hace demasiado tiempo olvidado. Porque, por desgracia, a día de hoy, las lenguas están demasiado sueltas para insultar o faltar al respeto, antes que para ceder el asiento a un anciano.<br/><br/>Se puede faltar al respeto al hombre por ser hombre. Eso nada arreglará. Al contrario, caerán los nacimientos, y sólo crecerá la hostilidad entre sexos y violencia entre ellos. Yo he sufrido violencia por parte de alguna novia, en mis propias carnes, y puedo asegurar que muchas veces hubiera preferido una buena hostia a semejante tortura mental.<br/><br/>Y no se equivoquen, no son celos, no es enfermedad, es violencia.<br/>Lisa y llana violencia. Y de la misma forma que es bueno discernir para no marginar ni discriminar que ser hombre no significa ser criminal, y ser mujer no significa ser santa, también es necesario<br/>saber discernir qué es delito de lo que no lo es, y dónde empieza y acaba la justicia, de dónde empieza y acaba el abuso de la ley.<br/><br/>Porque con la marginación y división del pueblo, y el abuso de las leyes y sobreprotecciones, empieza todo tipo de abusos y tiranías.<br/><br/>Así fué y ha sido en el pasado, y por muchas diapositivas y conferencias que hagamos, seguirá siendo en nuestros días.<br/><br/>En mi opinión, la ley debe evitar, la educación formar gente recta y libre, y no solo máquinas de producción, y los gobiernos velar por lo mejor para sus gentes. Cuándo el escenario es de corrupción, la educación es mejorable, y la aplicación de las leyes no es ejemplar. No hacen falta días de: todos sabemos lo que hay que mejorar.<br/><br/>Igualdad de hecho no de palabra para los ciudadanos, y atención a los derechos universales y constitucionales.<br/><br/>Y que el día no sea de un sexo, sea de la justicia y de todas y cada una de las víctimas<br/><br/>Es todo lo que puedo desear<br/><br/>Saludos <br/>00