La sociedad española tiene arraigado el consumo de alcohol en numerosas celebraciones, donde los brindis no faltan. Además, existe la creencia de que "una copita de vino en las comidas no solo no es mala, sino que es digestivo y beneficiosa para la salud". No obstante, según recoge Marca.com es necesario deshacer esos mitos.
Entre otros motivos para alejar el alcohol de comidas y celebraciones, es que se trata de una sustancia psicoactiva depresora que afecta a los mecanismos y equilibrio neuroquímico de nuestro cerebro. El efecto que atrae es el relajante, que hace que nos sintamos inmediatamente más confiados y menos ansiosos. No obstante, cuando esos efectos desaparecen, se experimentan otros negativos como pueden ser irascibilidad, ansiedad o depresión.
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